Instituto Superior de Arte • I|Art - Art & Culture Business School

Ya no queda ningún organismo, institución o profesional que dude de que fomentar las Industrias Creativas y Culturales -ICC- es fomentar el crecimiento económico (por su importancia en sí mismas consideradas, pero también por la repercusión que tienen en términos de innovación respecto de otros sectores económicos) y el bienestar social (especialmente, en términos de cohesión). Y ello dicho desde un panorama nacional pero, igualmente, desde una perspectiva internacional. Incluso hay quienes van más allá y defienden que “las ICC se han convertido en un elemento central de las economías contemporáneas” (ÁLVAREZ RUBIO, Borja, et al.).

De modo más concreto, y por lo que a España se refiere, las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Cultura y Deporte ("Anuario de Estadísticas Culturales 2021") han puesto de manifiesto la importancia de la llamada “Economía Naranja”: aporta a España el 2,4% del PIB (datos 2019), y genera algo más de 668.000 puestos de trabajo (un 3,5% del empleo total en España; datos 2020).

Son muchos los aspectos que vinculan la Cultura con el Derecho, tanto desde la perspectiva del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural como desde la perspectiva de la creación artística. Es más: al margen de las cuestiones que atañen exclusivamente a las actividades, sean del tipo que sean, derivadas de su comercialización, lo cierto es que el Derecho tiene un rol fundamental sobre el Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural, por un lado; y sobre sus creadores, los artistas, por otro lado; a saber: su protección.

El Mercado del Arte es un sector de primer orden para el desarrollo de los profesionales relacionados con las Humanidades (principalmente: Historia del Arte; Bellas Artes; Conservación y Restauración). Asimismo, es un sector que presenta un desarrollo profesional extraordinariamente fructífero para los profesionales del ámbito de las Ciencias Económicas y Empresariales que opten por especializarse en la Economía del Arte.

Los museos, las colecciones museográficas, los centros de arte y los centros culturales, son los agentes protagonistas de las Industrias Creativas y Culturales (ICC). Y no solo por sus colecciones permanentes, sino también por el impacto que generan las exposiciones temporales que organizan.

La Comunicación, en todas sus vertientes, se ha convertido en uno de los elementos básicos para la sociedad contemporánea. Sin los medios de comunicación no se habrían abierto las puertas que dan acceso a sus miembros al conocimiento completo e inmediato de las diferentes cuestiones de actualidad, no sólo de su entorno, sino de otras realidades en el ámbito internacional. El Arte y la Cultura no están al margen de este fenómeno, puesto que desde el momento en el que empezaron a formar parte de manera habitual en los medios de masas, se comenzó a generar y multiplicar la respuesta por parte de la sociedad. Es la Comunicación la que, en un camino de ida y vuelta, permite que buena parte de la Cultura llegue a la sociedad, al tiempo que es una herramienta fundamental para atraer la atención y fomentar el disfrute de la misma.

En tiempos de desaceleración económica y financiera global, es cuando más y mejor nos percatamos de la importancia que tiene una buena gestión de la industria, del mercado, de la empresa… del producto, en definitiva. La moda es un sector que mueve mucho capital a nivel mundial. La recuperación del sector, pasa por las geniales ideas que pongan en marcha los empresarios, ya que el éxito de una empresa, reside en un setenta por ciento en la marca, su ADN, y la buena gestión que hagamos de ella, y en un treinta por ciento en la innovación y la creatividad implementadas al negocio. A este tándem se ha de unir el análisis de la evolución del gusto del consumidor, el desarrollo del consumo a nivel mundial, y los nuevos roles que van surgiendo en paralelo a la evolución de las sociedades, para así poder satisfacer de forma óptima la demanda.

Toda manifestación artística es por definición "hija de su tiempo", respondiendo con su capacidad creativa, reflexiva, y en muchos casos crítica, a la realidad en la que se encuentra inmersa. Esta es la razón por la que el arte contemporáneo genera un especial atractivo e interés en la sociedad actual, ya que a la reflexión anterior se une el hecho de tratarse, sobre todo a partir de las vanguardias del siglo XX, de creaciones cuya estética trasciende a los lenguajes tradicionales del arte, lo que dificulta su entendimiento y apreciación. Este protagonismo del arte contemporáneo en la sociedad actual lo coloca al mismo tiempo en primera fila en los diferentes ámbitos profesionales de la Cultura.