Denuncian que la SGAE precariza el empleo en su sede para impulsar su red de teatros
La carta remitida por el presidente ejecutivo de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Eduardo Bautista, a ABC, referida a la suspensión del proyecto del Palacio del Infante Don Luis en Boadillla del Monte, ha levantado ampollas entre los trabajadores de la entidad de gestión.
La pasada semana este diario informó de que el proyecto presentado por la SGAE para rehabilitar el mencionado Palacio había sido rechazado por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid al encontrarse restos arqueológicos bajo el jardín, por lo que era preciso realizar importantes cambios en él. Con esta decisión el gran proyecto promovido por Eduardo Bautista, ARTeria, quedaba tocado, pues la rehabilitación de este edificio, que estaba previsto se convirtiera en 2011 en la sede la Fundación Autor y del Instituto Complutense de Ciencias Musicales, era uno de sus principales pilares.
En la mencionada carta, Bautista afirma que la rehabilitación de este Palacio no era un sueño para él sino «un servicio a la sociedad civil: levantar un Centro Cultural donde ahora solo hay unas ruinas, invertir 30 millones de euros, donados generosamente por Autores y Editores, para crear 250 puestos de trabajo...».
«Un ERE encubierto»
Han sido estas dos afirmaciones las que han dolido especialmente a los trabajadores que llevan semanas inmersos en la negociación de su convenio colectivo, que puede desembocar en el despido de 60 personas. «¡Qué gran humanista!», ironizaba a este periódico uno de los trabajadores, «crear 250 puestos de trabajo en Boadilla del Monte, mientras quiere precarizar el empleo en la SGAE con un ERE encubierto». Según la dirección de la entidad de gestión sobran más de medio centenar de personas, y así se lo ha hecho saber a los trabajadores remitiéndoles, con fecha del 30 de noviembre, la propuesta de convenio de la empresa, a la que ha tenido acceso este periódico.
A ella se adjunta una carta del Departamento de Recursos Humanos en la que se plantea «la urgencia de abordar un proceso de reorganización interna de la plantilla que afecta a un total de 60 puestos de trabajo». Y propone tres medidas alternativas: «prejubilaciones (a los mayores de 57 años), cambio de contratos de tiempo completo a parcial, y salida de la empresa para programas de formación con compromiso de recolocación».
Concluye la misiva asegurando que se trata de «la mejor oferta en un momento en el que la SGAE afronta graves retos por razones económicas, productivas, organizativas y de competitividad». Según fuentes consultadas, si no se llega a un acuerdo, la entidad amenaza con aplicar el artículo 51.8 del Estatuto de los Trabajadores, esto es, indemnizar a los despedidos con 20 días por año trabajado, con un máximo de doce mensualidades. «Lo que alinea la postura de la SGAE con el argumentario del empresariado más ultraliberal-conservador», denuncian los trabajadores, que acusan a la entidad de querer precarizar sus puestos de trabajo, «en los que tenemos plenos derechos, para crear otros que no los tendrán».
El emporio ARTeria
En cuanto a las razones económicas, productivas, organizativas y de competitividad esgrimidas por la dirección de la SGAE, éstas parecen referirse a ARTeria, un macro emporio de catorce teatros, muchos de ellos en fase de construcción -en Valencia, Sevilla...-, que necesitará de una importante liquidez económica -su coste inicialmente se ha estimado en 300 millones de euros, aunque todavía no está cerrada la cifra- que hoy por hoy parece no tener la entidad (ha pedido un préstamo de 30 millones para abordar la rehabilitación del Palacio de Boadilla), por lo que ha decidido ajustar los gastos de personal.
Sueños
Asimismo, los trabajadores no han pasado por alto otro de los párrafos de la carta de Bautista a ABC en el que asegura que su sueño más importante «es que mis hijos se desarrollen en una sociedad respetuosa y observante de valores y principios, cultivando la verdad y el amor al prójimo, o sea, la tolerancia y la generoridad». A lo que los trajabadores contestan: «Eduardo Bautista busca un mundo mejor para sus hijos, pero solo para los suyos, a los hijos de los demás que los parta un rayo».