Instituciones culturales a la caza del dinero extranjero
Intenten imaginar a un aprendiz montañero español que se lanza a la conquista de una cima extranjera. El hombre en cuestión va sobrado de entusiasmo y tiene la brújula bien orientada hacia su objetivo.
Sin embargo le faltan víveres y cierto conocimiento del territorio, por lo que a veces se pierde, lo que dificulta su marcha. Su situación no difiere demasiado de la fotografía que un análisis del Observatorio de la Cultura ha sacado sobre las oportunidades de la cultura española en el mercado exterior.
Los ingresos aumentan, las ganas también, pero faltan medios y a veces, según reconocen los propios protagonistas, habilidades. Aun así, el análisis destaca como resultado principal que los ingresos de las instituciones culturales españolas por actividades internacionales ya suponen, en media, un 6,18% de su presupuesto. Respecto al anterior informe, de hace cinco años, se registra una subida del 2,39%.
El dato medio esconde sin embargo realidades distintas. Las actividades culturales internacionales tienen un peso nulo en el presupuesto del 65,8% de las instituciones incluidas en el estudio. Al otro extremo de la lista, un 3,6% de las organizaciones obtiene de sus iniciativas en el exterior más del 30% de sus ingresos.
El análisis está basado en las respuestas de 111 profesionales de los principales ámbitos culturales españoles a un cuestionario. Alberto Fesser, director de Fundación Contemporanea, a la que pertenece el observatorio, especifica: “Buscamos perfiles de primer nivel entre creadores y gestores de distintos sectores y distintas partes del país”. Traduciendo, se va desde directores de museos hasta productores de cine, de escritores y actores a consejeros de administraciones públicas. Fesser se apresura sin embargo a aclarar que “no es una muestra científica representativa”. “Buscamos sobre todo apuntar tendencias”, añade.
Un 57,1% de las organizaciones a las que los entrevistados pertenecen llevó a cabo alguna actividad con impacto económico en el extranjero en su último ejercicio. Y como la voluntad es gratis, más del 60% sostiene que ha establecido como “prioridad con clara determinación” la búsqueda de nuevas oportunidades en el exterior y que está trabajando en ello. Entre dicho y hecho está sin embargo la falta de dinero, que es la respuesta más frecuente entre los obstáculos principales para aumentar la actividad internacional. La segunda dificultad más relevante es una suerte de autocrítica que el informe resume con la categoría “no lo hacemos bien”.
El avance del Matadero
Además de un apartado ad hoc que cambia en cada análisis y en este caso se dedica a la penetración cultural en el mercado exterior, el Observatorio de la Cultura publica un Barometro anual para valorar la cultura española.
Así, Reina Sofía, Prado y Matadero de Madrid (este último con una subida de 19 puestos) ocupan el podio de las instituciones culturales españolas más destacadas por los expertos entrevistados. Los mismos consideran Madrid, Cataluña y País Vasco como las comunidades autónomas con la oferta cultural mejor y más innovadora.
En cuanto a las ramas, el Barometro analiza dos aspectos de la cultura española: el momento creativo actual y la repercusión internacional. En ambos prima la Gastronomía, seguida por la Aquitectura. Si todos los ámbitos aprueban la valoración creativa, la presencia en el extranjero deja suspensos ilustres: danza, teatro, música popular, clásica y contemporánea y vídeo arte.