Cultura dice a la juez que no estaban desmontando restos, sino «ensayando»
No estaban desmontando el yacimiento, sino ensayando cómo hacerlo. Ésta es la versión que, según el abogado de la Plataforma ciudadana, Eduardo Salazar, alegaron los responsables de Arqueología de la Comunidad, encabezados por Ángel Iniesta, en la inspección ocular realizada ayer en la excavación por la juez instructora.
La magistrada Ana Isabel Navarro visitó las obras -desde el interior de la valla que rodea el solar pero sin descender al nivel de los restos, que, húmedos por las lluvias, son aún más frágiles y no se deben pisar- junto al fiscal de Medio ambiente, José Luis Díaz Manzanera, que impulsó el proceso judicial; el secretario de su juzgado, Pedro Lozano; los tres expertos citados, Julio Navarro, investigador del CSIC en la Escuela de Estudios Árabes, Sebastián Ramallo, catedrático de Arqueología de la UMU, y Enrique de Andrés, director de la Comisión de Patrimonio del Colegio de Arquitectos; los responsables de los trabajos de excavación, José Sánchez Pravia y Alfonso Robles; los citados Salazar e Iniesta, miembros del Seprona y representantes de La Generala. Nadie representó al Ayuntamiento, propietario del terreno.
A la salida de la inspección judicial, Salazar, letrado de la acusación particular formalizada por una de las asociaciones, Huermur, que componen la Plataforma ciudadana en Defensa del Patrimonio Histórico de San Esteban, resaltó las «discrepancias técnicas» que atisbó entre los responsables de Arqueotec y la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales. Y adelantó que su estrategia versará sobre las supuestas presiones de Cultura a Arqueotec para proceder al desmontaje, que técnicos de otra empresa iniciaron el día 9, en presencia de agentes del Seprona, hasta que un auto judicial lo paralizó.
Ese mismo día también llegó la decisión política del presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, de descartar la construcción de un parking bajo San Esteban y tras la que se paralizó toda actividad en el interior del recinto. La juez ya recordó la semana pasada en otro auto que su paralización únicamente afectaba a las labores de desmontaje e instó a que no se abandonará la debida protección de los restos. La Comunidad alegó ayer, siempre según la versión de Salazar, que la falta de financiación, ante la desaparición del fin comercial de las obras, mantiene congelada la excavación. El letrado adujo que, de no haberse producido presiones en pos del desmontaje, la excavación hubiera finalizado «en febrero».
Ahora el ritmo es bien distinto. La Comunidad prevé que tras el periodo de fiestas pueda reunirse por primera vez la comisión de expertos que pilotará los trabajos de conservación. Hasta entonces no se realizarán más que labores de urgente protección, como el apuntalado de muros y la fumigación con herbicidas. Y siempre que las lluvias cesen, pues el terreno ha de estar completamente seco para que las pisadas no destrocen los materiales que han resistido ocho siglos.
La diligencia ocular que ayer se practicó es parte de la investigación que la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Murcia realiza a raíz de las hasta tres denuncias ciudadanas presentadas por expolio en el yacimiento, interpretado en el movimiento de materiales que lo componen. El frente judicial sigue activo, pues la Plataforma ha ampliado sus denuncias incorporando ahora la «dejadez» en la protección de los restos arqueológicos que atribuyen a las autoridades.
Sobre todo ello versarán los informes que la juez ha encargado a los tres expertos citados, nombrados ya oficialmente peritos. Para la fase de instrucción, el fiscal ha nombrado perito a García del Toro, según informó el profesor.
García del Toro y Valcárcel
Hoy está previsto que el presidente regional reciba al mediático Javier García del Toro, primera voz que alertó de la magnitud y relevancia de los hallazgos. La reunión entre ambos estaba prevista para el jueves pasado, pero fue aplazada para permitir a Valcárcel asistir al entierro del pintor Molina Sánchez. García del Toro obsequiará al jefe del Ejecutivo con una reproducción de una lucerna romana del Teatro Romano «para que le siga iluminando en próximas decisiones como la de paralizar el parking», según adelantó.
Por otro lado, ayer concluyeron las jornadas sobre patrimonio histórico organizadas por el Colegio de Arquitectos bajo el título de 'La Murcia medieval y el Universo andalusí'. Las últimas charlas corrieron a cargo de Alfonso Carmona, catedrático de Estudios Árabes de la Universidad de Murcia y de Francisco Jarauta, catedrático de Filosofía.