Se cumplen 65 años del New Look de Dior
Situémonos el 12 de Febrero de 1947. La ciudad de París se encuentra inmersa en el crudo invierno y en unas difíciles condiciones, debido a las restricciones de la posguerra. A pesar del frío helador, una elegante muchedumbre se apiña a las puertas del número 30 de la Avenida Montaigne, el barrio más chic de la capital.
Periodistas, la flor y nata de las señoras de la alta sociedad, estrellas de Hollywood y parisinos elegantes están a punto de descubrir una nueva moda que desbancará todo lo demás a su paso.
Primero llega el impacto visual, ramos enormes de flores adornan los salones gris perla recién pintados de la nueva Maison Dior. Después el aroma una composición olfativa sofisticada, llamada Miss Dior, un Chipre fresco pulverizado desde primera hora de la mañana para seducir y envolver a los invitados nada más entrar en los salones Luis XVI. Todos toman asiento en unas sillas de respaldo ovalado. Rita Hayworth, Vivien Leigh y otras estrellas están en primera fila.
Por fin llega el momento. El público observa con asombro lo nunca visto: 90 modelos salen uno tras otro, mostrando una silueta femenina transformada, hecha de curvas seductoras y desplegando, con cada giro de falda, una cantidad escandalosa de metros de tela. Hombros suaves y redondos, pecho generoso, cintura de avispa y falda corola, la nueva mujer imaginada por Dior es una mujer flor.
Carmel Snow, la famosa editora jefe de la revista Harper’s Bazaar, proclama entusiasmada las palabras mágicas que pasarán a la historia: “¡Esto es toda una revolución, todo un New Look!”
“Estamos saliendo de un periodo de guerra, un tiempo de uniformes y mujeres-soldado con formas de boxeador. Yo diseño mujeres-flor, de hombros suaves, pecho generoso, cinturas bien marcadas y faldas tan grandes como corolas.” Christian Dior.
Hace 65 años, el New Look fue un triunfo internacional sin precedentes. Comentado, amado u odiado, la nueva silueta Dior desató pasiones y llegó a convertirse en un auténtico fenómeno social, que aún se sigue celebrando con cada nueva colección de la Maison.
Aquel 12 de Febrero de 1947, cuando los salones del número 30 de la Avenue Montaigne rompían en aplausos y “bravos”, Christian Dior vio el triunfo de su costura como un milagro: “No importa la felicidad que la vida pueda depararme, nada podrá superar lo que sentí en aquel momento.” Christian Dior.