Los 280 principales de Arco
Por sorprendente que parezca, en una feria de arte como Arco, los artistas no son lo más importante. Mucho menos el público visitante. Ni siquiera las galerías. Son los coleccionistas. Ellos son la auténtica sal en este tipo de eventos. La lista es de sobra conocida, y conseguir su presencia en las ferias da una idea con fundamento del interés de la cita de turno.
Según ese supuesto, Arco 2012 tiene todas las papeletas para superar con éxito la prueba de un año tan negro, económicamente hablando, como este. En las vísperas de la apertura, estaba confirmada la presencia de 280 coleccionistas extranjeros. Algunos figuran en la lista de Art News y otros muchos son conocidos compradores bien situados.
En el caso de la feria española, la lista de invitados se confecciona entre la dirección de la feria y los galeristas. En general, vienen de Europa (cada vez más rusos) y de toda América. Estos últimos son clientes habituales de Art Basel Miami y es difícil despertar su apetito artístico en Madrid. Tal vez por eso se les cuida de manera exquisita. Además, en ausencia de un mercado interior potente, las esperanzas se centran en los visitantes de fuera. La iniciativa coleccionista puesta en marcha el pasado año por la feria no ha nacido en el mejor de los momentos o no es esta la vía para animar las compras. En la pasada edición no más de quince personas se apuntaron al programa. ¿Qué compraron? Eso no se sabe nunca con certeza en esta clase de eventos. Como bromeaba el pasado miércoles Luis Eduardo Cortés, el presidente ejecutivo de Ifema, “esos datos solo los tiene Hacienda”.
En la lista de los visitantes más deseados hay nombres conocidos solo en las páginas salmón de los periódicos. Otros aparecen de vez en cuando en las revistas mostrando sus posesiones. Pero, en general, no suelen presumir en exceso. Que se sepa han confirmado su asitencia Joop van Caldenborgh, de Wassenaar (Paises Bajos), Farhad Farjam, de Dubai ( UAE), Mera y Don Rubell ( Miami, EE.UU), cuya colección se puede e ver la Fundación del Banco de Santander, en Boadilla del Monte); Juan y Patricia Vergez ( Buenos Aires), Axel y Barbara Haubrok (Berlín), Eugenio López (México D.F.), propietario de la colección Júmex, Mark Vanmoerkerke (Ostende)…. Son nombres cuyos pares en España serían Juan Abelló, Plácido Arango, Esther y Alicia Koplovitz, Alberto Cortina, Pilar Citoler, Carlos Rosón, Fernando Mª Centener, José Luis Várez…
Los europeos suelen venir un par de días. Quienes han cruzado el Atlántico se quedan cuatro o cinco. No se conforman con recorrer la feria, sino que después visitan galerías y museos. El programa VIP se confecciona teniendo en cuenta las peticiones de los ilustres invitados.
Los primeros están en Madrid desde el lunes. Aún no podrán recorrer al detalle los dos pabellones que ocupa la feria, pero tanto el lunes como el martes, el programa oficial les ha organizado una visita privada al Thyssen para ver la primera retrospectiva que se le dedica en España a Marc Chagall. Puestos a ver arte ruso, en el Prado podrán hacer una inmersión total en la exposición dedicada los tesoros del Hermitage. En el Reina Sofía, Manuel Borja-Villel ha organizado un recorrido especial por los hitos de la colección y después el museo invitará a una copa de cava. Los restantes museos madrileños también hacen todo lo posible para que los visitantes-estrella de la feria conozcan espacios relativamente nuevos como El Matadero, donde exponen a uno de los pioneros del conceptualismo holandés, Navid Nuur o a Fernando Sánchez Castillo, representado también en el pabellón holandés. El nuevo paisaje holandés en La Casa Encendida o Juan Gatti, en las salas del Canal son algunas de las muchas invitaciones que se les ofrecen a los VIP extranjeros fuera del Parque de las Naciones.
Los puros eventos sociales consistirán en una cena. La pura fiesta organizada en el Room Mate (el hotel de Enrique Sarasola), una recepción patrocinada por Heineken en el Palacio de Neptuno a la que asistirá el famoseo español y unas copas en la discoteca Pachá. La anunciada cena en el Thyssen, donde Carmen Cervera iba a representar a los mecenas españoles, ha sido cancelada. Una pena, porque como comenta un galerista asiduo a la Feria, ella podría haber hecho el papel que no hace la Casa Real. “A una gran parte de esta gente les hace ilusión coincidir con los príncipes Felipe y Leticia, pero ellos se limitan a aparecen en la inauguración oficial. Una pena”