León tiene 3.000 enclaves arqueológicos, aunque sólo quince están «protegidos»
Cientos de yacimientos desde el Paleolítico nunca han sido excavados, mientras que las pinturas rupestres de Librán que son BIC han sido expoliadas y montañas de estiércol cubren la villa romana de Los Villares.
En el subsuelo de León está escrita la historia de los pobladores que desde el Paleolítico habitaron esta provincia. La Junta tiene localizados 3.000 enclaves arqueológicos, con restos que van desde la Edad del Hierro a la época moderna. Lugares en los que es posible reconstruir cómo eran y cómo vivían nuestros antepasados.
La Junta elabora desde hace décadas un inventario con todos los lugares arqueológicos de interés, donde incluye datos como su ubicación, cronología, tipología, estado de conservación, descripción general, materiales arqueológicos, tipos de actuaciones y planos. «Se trata de un documento de trabajo revisado periódicamente, y que no tiene carácter oficial», aclaran en la propia Junta. Este «mapa» permite ir fichando todos los yacimientos arqueológicos conocidos hasta el momento y que proceden de la realización de prospecciones arqueológicas, hallazgos casuales y excavaciones arqueológicas. Previsiblemente, en los últimos meses habrán incluido el conjunto de petroglifos hallados en la zona de Maragatería y que los investigadores han confirmado que son únicos en el mundo.
Sólo un mínimo porcentaje de los 3.000 yacimientos inventariados por la Junta han sido excavados. Fuentes de la Consejería de Cultura aseguran que «este tipo de trabajos se acometen sólo en el caso de que existan proyectos de investigación que requieran de esta metodología, en virtud de unos objetivos concretos, como consecuencia de trabajos preventivos relacionados con planeamientos urbanísticos, evaluación de impacto ambiental y restauración de monumentos o como consecuencia de un hallazgo casual que es preciso caracterizar. Los yacimientos arqueológicos en ningún caso son excavados por completo. La legislación establece la necesidad de acotar zonas de reserva arqueológica de modo que su preservación para el futuro quede garantizada». La pregunta es obvia: ¿Habrá auténticos «tesoros» arqueológicos por descubrir? Probablemente sólo un «golpe de suerte», como ocurrió con los petroglifos o los dos esqueletos hallados en una cueva de Arintero, que resultaron ser del Mesolítico, puede sacar a la luz el ingente patrimonio que yace oculto en el subsuelo.
La Junta ha concedido la categoría de Bien de Interés Cultural (BIC) únicamente a quince enclaves de la provincia de León con la categoría de Zona Arqueológica y Arte Rupestre. Resulta paradójico que estos BIC hayan sufrido topo de infortunios, incluido el expolio de Librán, denunciado por este periódico o el estado de abandono de muchos de ellos, como la villa romana de Los Villares, «tapada» por montañas de estiércol.
