Como Picasso con la guitarra
No era un cuadro, como en un principio se pensó, sino un juguete. Una delicada guitarra que Picasso construyó con sus propias manos para su hija Paloma cuando ésta era niña. Y es que muchas han sido las obras en las que el artista tomaba el instrumento de cuerda como motivo. Los Carabineros de Roma recuperaron ayer la pieza que se encontraba escondida en una vieja caja de zapatos en casa de un comerciante italiano. La historia no deja de tener su miga, ya que el citado hombre de negocios se apropió hace dos años del objeto, sabedor de su valía, tras asegurar a su propietario, Giuseppe Vittorio Parisi, amigo de Picasso y artista que frecuentó su círculo, a quien el artista había donado la obra, que iba a construir una urna para conservar tan delicado juguete, poco mayor que una mano adulta.
Una urna de mentira
La urna nunca se construyó y la pista sobre el destino de la pequeña guitarra se perdió, aunque no para los investigadores, que hallaron la guitarra después de unas largas pesquisas que comenzaron a raíz de la denuncia interpuesta por la esposa de Parisi, tras la muerte de éste, que sucedió en enero de este año. Los Carabineros hallaron el juguete escondido en una casa de la región del Lacio, de la que Roma es la capital. La «Pequeña Guitarra» (en cuyo reverso figura el nombre de «Paloma», hija del artista), como se conoce la obra, pasará a ser custodiada en el Museo Cívico del lago Maggiore.
Cada una de las recuperaciones picassianas se convierte en una fiesta. En agosto de 2008 se halló el grabado del artista «Minotauro, bebedor y mujeres» (1933), robado dos meses antes en Sao Paulo y que fue encontrado abandonado en una carretera.