La alfombra roja de los Goya 2012
La alfombra roja de estos premios Goya confirma su tendencia ascendente. Looks más sencillos y limpios y grandes firmas.
La Real Academia Española de la Lengua tiene un lema potentísimo que sintetiza no solo la misión de preservar la propiedad, elegancia y pureza del lenguaje, sino también combatir todo aquello que altere estos conceptos. Ese "Limpia, fija y da esplendor" es un emblema grabado a fuego que debería hacerse extensivo a otras disciplinas y anoche, al ver la alfombra roja de los premios Goya, pareció haberse convertido en el leit motiv de la mayoría de actrices que la pisaron. Elena Anaya de Lanvin, Pilar López de Ayala de Nina Ricci, Inma Cuesta de Juanjo Oliva, Manuela Velasco de Carolina Herrera, María León de Lanvin, Verónica Echegui de Gucci, Goya Toledo de Elie Saab, María Valverde de Dior, Michelle Jenner de Zuhair Murad, Blanca Suárez de Blumarine... Cada aparición, elección y actitud parecía imbuida por ese espíritu de triple alcance. Y no solo en lo referido a los vestidos, también en los los looks de belleza, que demostraron sobria elegancia materializada en moños de bailarina y en un maquillaje basado en tonos tranquilos y muy favorecedores. Y también en las joyas y complementos: deslumbrantes piezas de Bvlgari, Lanvin , Bárcena, Vasari y Carrera y Carrera y preciosos bolsos joya y clutchs en la mano de muchas actrices.
En el día después de la celebración del cine español, el análisis y la reflexión son absolutamente positivos y elocuentes. Yolanda Sacristán, directora de Vogue, afirma que "es una alegría comprobar cómo se ha confiado en el hacer de estilistas experimentados y, además de diseñadores nacionales, se han elegido firmas internacionales excepcionales". Belén Antolín, directora de moda de Vogue, lo reafirma: "Se ve mucho más glamour, desde luego. Me encanta que se respete la etiqueta del vestido largo". Inés Lorenzo, directora de Vogue Digital, mantiene la misma línea: "Ha sido bastante radical la subida de nivel en unos años. Después de la noche de ayer, es evidente lo mucho que ha cambiado la alfombra roja". Del mismo modo se percibe en las casas de moda. Gaelle Collet, de Dior, cuenta que "llevo mucho tiempo trabajando en los Goya y lo cierto es que la atención ha aumentado mucho en las últimas ediciones. De recibir una o dos peticiones, hemos pasado a procesar un aluvión".
Ana Tovar, estilista de Vogue, continúa con el análisis: "Ha sido una gala más elegante que en ediciones pasadas. Se agradece la alta presencia de diseñadores internacionales que aportan más proyección. Además, los accesorios tienen presencia discreta; no hay muchos excesos pero sí buenas elecciones, como la de Elena Anaya con accesorios de Lanvin. Es una elegancia sobria y que parece que va encontrando más su camino... Menos looks imposibles y menos looks fuera del dress code y más estilo general sencillo y limpio, sin estridencias ni pomposidades; tanto en el vestido como en el pelo y el maquillaje".