La Tate Modern abre una sala de exposiciones en el ciberespacio.
La galería londinense inaugura en marzo un programa experimental dedicado exclusivamente a 'performance' artísticas que se emitirán por Internet sólo para el público virtual.
La vieja central eléctrica que alberga la Tate Modern de Londres tendrá desde marzo una sala nueva. Para esta última reforma el museo no tendrá que afrontar obras ni pagar los precios delirantes que cuesta el suelo en la ciudad. La nueva ampliación expande el museo hacia el ciberespacio.
Será una sala de exposiciones que mostrará performance de todas las disciplinas artísticas en directo y creadas especialmente para ser retransmitidas a través de la web de la Tate Modern. La iniciativa se llama Tate Live y se inaugurará en marzo con el coreógrafo francés Jérôme Bel, al que seguirán tanto jóvenes promesas como artistas consagrados. Se han comisariado cinco obras que se exhibirán a lo largo de 2012 aunque el programa ya ha obtenido patrocinio para los próximos cuatro años.
Cada performance será anunciada con antelación en todo el mundo y teniendo en cuenta los diferentes husos horarios. El director de la Tate Modern, Chris Dercon, asegura que la iniciativa es "única en el sector". Al contrario que las tradicionales retransmisiones en directo de exposiciones, performance, música y baile, la nueva sala no tendrá "público del mundo real", de carne y huezo.
Toda la audiencia estará online y tendrá la oportunidad de enviar correos electrónicos y chatear con otros ciberespectadores en tiempo real. Cada performance será grabada y archivada en la galería web y se podrá ver en diferido. El museo espera que la idea aumente exponencialmente el número de visitas a su página, que actualmente recibe unas 20 millones al año, el 60% de las cuales provienen del extranjero.
"El desarrollo de la tecnología ha transformado la manera de ver el arte. Las audiencias esperan mucha más interacción, participación y personalización que antes", dice el director. Dercon asegura, además, que los museos deben encontrar nuevos caminos para mantenerse en el mundo digital y atraer a las generaciones futuras. "El museo es un medio de masas" y por tanto hay que buscar soluciones de futuro. "La manera en que los artistas utilizarán el formato y las capacidad de recibir estímulos desde el ciberespacio es un mundo por descubrir. Podrán reflexionar sobre cómo las comunicaciones virtuales se han convertido en parte de nuestra vida", ha añadido Catherine Wood, Comisaria de Arte Contemporáneo y Performance de la institución británica.