Los "murillos" saqueados por Soult vuelven a Sevilla
Vuelven a Sevilla las obras de Murillo que expolió el mariscal Soult a comienzos del siglo XIX. El próximo otoño la iglesia de los Venerables acogerá la famosa Inmaculada que salió de España tras el saqueo de los franceses en la Guerra de la Independencia y que colgó del Louvre para, tras un acuerdo con el Gobierno español en 1941, regresar a España y exhibirse en el Museo del Prado donde ahora se encuentra.
Pero no será sólo la fabulosa Inmaculada la que volverá al lugar para el que fue pintado -además exhibida en su marco original en uno de los altares de Los Venerables- sino que Sevilla vivirá el sueño de una ficción histórica con el regreso de los lienzos que Murillo hizo para la iglesia de Santa María la Blanca, y también saqueados por Soult, y otras valiosas obras que cuelgan en museos y colecciones privadas de todo el mundo.
Estas obras salieron de la ciudad ya a lo largo del siglo XVIII a causa de la fama que tuvo el pintor sevillano entre los coleccionistas privados europeos.
Sin embargo, no será sólo Sevilla -del 11 de octubre de 2012 al 20 de enero de 2013 en el Hospital de los Venerables- el único escenario para esta espectacular exposición- sino que se unirán el Museo del Prado de Madrid –del próximo 26 de junio al 30 de septiembre- y la Dulwich Picture Gallery de Londres –ya entre el 6 de febrero al 12 de mayo de 2013-. Y el tema sobre el que gira la muestra se resume en una historia de amistad, la que mantuvo Murillo con el mecenas y canónigo de la Catedral de Sevilla Justino de Neve, que poseía una excepcional biblioteca y una valiosa colección privada con numerosos murillos fruto de la especial relación que le unía con el pintor.
Justino de Neve fue además el impulsor del Hospital de los Venerables de Sevilla. De hecho, la Fundación Focus-Abengoa de Sevilla y el Museo del Prado han planteado además de la exposición itinerante un ambicioso proyecto de investigación sobre ambos personajes que se verá reflejado en el catálogo científico que se publicará con motivo de la muestra y en la que han participado Gabriel Finaldi, comisario de la muestra; Javier Portús; Peter Cherry; Teodoro Falcón; Benito Navarrete; Ignacio Cano; Elena Cenalmor y Xavier Bray.
El comisario Gabriele Finaldi, director de Conservación del Museo del Prado, ha recordado que varias obras han sido restauradas especialmente para la exposición y que las piezas se centrarán en las últimas dos décadas de Murillo, entre 1660 y 1670, que coinciden además con la relación de amistad entre el pintor y el mecenas. "La oportunidad única de esta exposición se resume en que por primera vez se reúnen estas obras desde que el expolio napoleónico las dispersó por el mundo. De las casi veinte obras que se expondrán, sólo una de ellas permanecía en Sevilla, la de 'El Bautismo de Cristo', a pesar de que todas ellas fueron encargadas por instituciones sevillanas".
Entre las obras expuestas destaca, además de la 'Inmaculada de los Venerables' –también conocida como la Inmaculada 'Soult'-, el regreso a Sevilla de los murillos que se encontraban en los lunetos y testeros de Santa María la Blanca, cuya restauración está además a punto de concluir; y de las alegorías de 'La Primavera' y 'El Verano' ('Hombre joven con una cesta de frutas'), de la Dulwich Picture Gallery y la National Gallery of Scotland, respectivamente, y unas refinadas pinturas de temática religiosa sobre obsidiana del Museo del Louvre y el Houston Museum of Fine Arts.
A la presentación de la muestra también ha asistido, junto a la directora de la Fundación Focus-Abengoa Anabel Morillo, Xavier Bray en representación de la Dulwich Picture Gallery de Londres, quien explicó que la pinacoteca británica será incluso adaptada para la exposición. "Convertiremos las salas en un espacio lo más parecido a una iglesia barroca andaluza con el fin de recrear la perspectiva para la que Murillo creó estas obras. Las salas de nuestra galería parecerán naves y capillas como las de Santa María La Blanca".
Bray añadió que esta muestra en Londres servirá para que la primavera de 2013 se viva en Inglaterra como "una verdadera fiesta de Murillo" y recuperar así la fama que tuvo el pintor sevillano entre los coleccionistas ingleses desde el siglo XVIII.
Como resumió el comisario Gabriele Finaldi, la muestra 'Murillo y Justino de Neve. El arte de la amistad' supone la "recuperación de uno de los episodios más brillantes de la ciudad al rescatar obras que se hicieron para Sevilla pero que se dispersaron por el mundo".