El Smithsonian habla español
Es una colección que hace un repaso de la historia norteamericana desde 1620 hasta las elecciones del año 2008
Desde un busto del presidente Lincoln, pasando por el prototipo del teléfono de Graham Bell, la chaqueta de Bob Dylan o los zapatos de rubí que usó Dorothy en El Mago de Oz, todos ellos son objetos que han marcado la historia norteamericana y de los que se puede disfrutar en el Museo de Historia Americana en Washington desde el pasado día 12 de abril.
La muestra se titula American Stories y su eslogan es Venid con nosotros a descubrir qué se puede aprender a partir de los objetos. Es una colección que hace un repaso de la historia norteamericana desde 1620 hasta las elecciones del año 2008. Piezas que han conseguido dar identidad a un país cuya historia es relativamente breve comparada con otras culturas como la europea o la china.
Esta es la primera exposición grande del Smithsonian que se transcribe completamente en español y en la que se crean servicios multimedia para teléfonos móviles en ese mismo idioma. “Principalmente, estos servicios van dirigidos a personas con discapacidad, como ciegos o que padecen problemas de movilidad, pero cualquiera puede disfrutar de la muestra en su casa”, asegura Magdalena Mieri, directora del programa cultural e histórico del mundo latino en el museo. La aplicación denominada accessamericanstories es gratuita. El programa es sencillo, una voz masculina traslada al oyente a los entresijos de la exposición. “La principal razón de haber creado estas aplicaciones es que, aunque no es oficial, el español es la segunda lengua más importante en EE UU”, agrega Mieri.
La muestra es un viaje en el tiempo también para aquellos que la visitan en el Museo de Historia Americana. ¿Qué tienen de especial los zapatos de rubí de Dorothy -artefacto que abre y define la exposición-?. “La veneración a este objeto, como a otros expuestos, es una prueba de cómo estos pueden atrapar nuestra imaginación y conectarnos con el pasado”. La película El Mago de Oz se estrenó al final de la Gran Depresión en 1938, justo un mes antes de la invasión a Polonia que desató la Segunda Guerra Mundial. “Su mensaje de amistad y del triunfo sobre la maldad impactó a millones de ciudadanos”, señalan desde el museo.
Los norteamericanos son muy dados a recopilar piezas que marcan la memoria. “Los artefactos consiguen conocimiento y sobre todo lo desafían”, según definen en el museo. Las adquisiciones más recientes son una muñeca de 1870 y una máquina de escribir utilizada por el poeta y editor perteneciente a la generación beat, Lawrence Ferlinghetti, en 1960.
“Mira, hijo, ¿conoces a este hombre? ¿Sabes quién era George Washington? Fue un presidente y este era uno de sus trajes”, explica Dylan a su hijo de seis años, mientras éste escucha con atención y asombro las palabras de su progenitor. “¡Mary, cuando vi a Bob Dylan en concierto llevaba esta chaqueta puesta!”, dice con ilusión Ashley de unos 50 años a su hija de 16.
Objetos que ayudarán al visitante a entender mejor “nuestra personalidad y cultura”, puntualiza el museo. “¿Usted se acuerda de dónde estaba el 11 de septiembre de 2001?”, pregunta la portavoz. “La mayoría de los estadounidenses, así como usted o millones de personas en el planeta, siguieron el despliegue informativo por televisión, radio o Internet”, prosigue la portavoz. La colección cuenta con una videograbadora donada usada aquel día. “La dramática cobertura de los hechos está grabada en la conciencia de todos los americanos. Es simbólico”, prosigue.
conciencia de todos los americanos. Es simbólico”, prosigue. Tres trabajadores son los encargados de explicar cada objeto a cualquiera que pueda tener una duda. Situados en medio de la exposición cuentan con herramientas multimedia que ayudan “a que las personas sean parte de la exposición”.
La colección se quedará de forma permanente en el museo. El objetivo es que la adquisición de artefactos vaya en aumento. Cada visitante puede dejar una nota indicando cuál falta o cuál le gustaría que estuviera expuesto, añade la portavoz. Cientos de peticiones que nombran y que no se olvidan de personajes como Elvis Presley, episodios históricos como el hundimiento del Titanic, la invención del teléfono móvil o disfrutar de los teleñecos al completo -la colección ya cuenta con un muñeco de la famosa rana verde, Gustavo- .