Un museo lleno de sonidos.
Dominar la onda sonora, representarla y domesticarla, con la necesidad de ir más allá de dónde nuestros sentidos nos hacen llegar. Este es el planteamiento de Visualizar el sonido, abierta en Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón hasta el 25 de junio.
Museos y centros de exposiciones, inicialmente concebidos como espacios pensados para albergar obras de arte, con el tiempo se han convertido en contenedores cada vez menos adecuados para las exigencias expositivas contemporáneas. Eso porque las ‘casas del arte’ suelen ser cáscaras imposibles, surgidas del ego de arquitectos, que han moldeado el espacio para su lucimiento y, a menudo, con escaso sentido común. Es el caso de asturiano Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón, un fascinante y faraónico edificio, de altísimo coste de mantenimiento, originariamente sede de los laboratorios de Formación Profesional. Sus excesos de metros cubos le convierte a menudo, y más en esta época de recortes presupuestarios, en un espacio imposible de llenar.
Una excepción es sin duda la nueva exposición Visualizar el sonido que se ha inaugurado el 30 de marzo en ocasión del quinto aniversario del centro. Si con obras físicas es complicado llenar grandes espacios, esto se hace más alcanzable con proyectos de arte sonoro. Visualizar el sonido consigue la idea de generar un diálogo entre todas las piezas que se muestran en la exposición, abarcando un siglo de creación en torno a la voluntad humana de dominar la ondas sonoras, representarlas y domesticarlas.
Visualizar el sonido, que cerrará el 25 de junio, reúne obras seleccionadas por Fiumfoto, un colectivo artístico de Gijón formado por Cristina de Silva Marbán y Nacho de la Vega (Gijón, 1972 y 1968, respectivamente). Las obras, interesantes y variadas, abarcan desde artistas nacionales hasta internacionales. El francés Pascal Broccolichi presenta Table d’harmonie, un paisaje sonoro artificial, formado por altavoces que emergen de unos cráteres en un substrato de corindón, un mineral compuesto por óxido de aluminio. Pascal Broccolichi lleva tiempo investigando los límites entre el sonido y la visión y esta pieza sonora toma forma gracias a un programa informático de “síntesis granular”, que genera una experiencia inmersiva, ajena a cualquier tipo de narrativa.
Entre nuestros favoritos está el suizo Zimoun, del que hablamos anteriormente en El Arte en la Edad del Silicio, en ocasión de su muestra individual en la galería bitforms de Nueva York. En Laboral se podrá ver 100 prepared dc-motors, filler wire 1.0 mm (4m), una de sus tradicionales instalaciones sonoras de concepción arquitectónica, hechas por objetos industriales comunes y corrientes. En este caso se trata de unos hilos metálicos unidos a unos pequeños motores que cuelgan de las paredes llenando el espacio de sonidos minimalistas cuyas memoria suele recordarnos ritmos ancestrales o procedentes de la naturaleza.
Muy lograda la instalación Versus del francés David Letellier, a mitad entre una obra robótica y una instalación sonora, que pone en escena un diálogo entre dos entidades que parecen haber salido de un cuento de ciencia ficción. Versus, que ha sido producida con el apoyo del Instituto Francés de Bilbao, es una pieza cinética compuesta por dos esculturas puestas una delante de la otra. Cuando una pieza emite sonidos la otra se queda quieta y los memoriza y cuando es su turno vuelve a reproducir lo que ha aprendido en un bucle infinito, al que se que se van sumando también los sonidos del público presente.
La creación española está representada por Lucía Rivero, que presenta la instalación Banda sonora para aquel que ha sido dado la vuelta dando la impresión de que fuera a irse. Daniel Romero presenta qlux puba, una instalación sonora y al mismo tiempo una performance, protagonizada por 200 frijoles saltarines mexicanos, una orquesta viva y orgánica, que interpretan en directo una “partitura abierta” escrita por Daniel Romero en Pure Data. Waves de Daniel Palacios, quizás sea la obra que más define el título de la muestra. Consiste en una instalación, formada por un largo trozo de cuerda animada, que representa de forma tridimensional una serie de ondas que flotan en el espacio, a la par que producen sonido por la propia física de su movimiento al cortar el aire.
Entre los demás artistas destacan Andreas Fischer y Benjamin Maus con Reflection II, Andy Huntington/FABRICA con Cylinder, Semiconductor con 20Hz y el japonés Ryoichi Kurokawa que presenta rheo: 5 horizons, una pieza que se expone en la Iglesia de Ciudad de la Cultura. Se trata de una instalación audiovisual compuesta por cinco pantallas planas y cinco altavoces multicanal. Cada una de las series de imágenes verticales se empareja con un sonido monocanal, y cada uno de los vídeos se sincroniza con un audio, yuxtaponiéndose en línea como si constituyeran un conjunto, aunque comportándose como cinco aparatos audiovisuales independientes.
Visualizar el sonido coincide también con la sexta edición del Festival L.E.V. (Laboratorio de Electrónica Visual), estrechamente vinculado con Laboral, que funciona desde 2007. L.E.V. rinde homenaje a través de sus siglas a Lev Thermen (científico ruso padre de los sintetizadores actuales) y es un proyecto que trata de ofrecer una visión panorámica, ecléctica y cualitativa del amplio espectro de tendencias presentes en la creación ligada a la música electrónica y las artes visuales.
L.E.V., diseñado y concebido por el colectivo asturiano Datatrón 0×3F. La sexta edición del Laboratorio de Electrónica Visual se celebrará durante los días 27 y 28 de Abril en diferentes espacios de Laboral Ciudad de la Cultura, como la Iglesia y el Teatro, Laboral Centro de Arte y Creación Industrial y el Jardín Botánico Atlántico de Gijón.