Cómo se realiza el vestuario de una ópera
El Liceo de Barcelona ha abierto las puertas de su departamento de sastrería para explicar el trabajo de alta costura que hay detrás de cada ópera. Conocemos cómo se ha confeccionado el vestuario de `Adriana Lecouvreur´.
Ayer por la mañana, el director artístico del Liceo, Joan Matabosch, y la jefa de servicio de vestuario del Liceo, Cristina Fortuny, han presentado en exclusiva y por primera vez en su historia, el vestuario de la ópera "Adriana Lecouvreur" (en cartel hasta el 3 de junio de 2012), que reproduce en sus decorados y vestidos el ambiente del siglo XVIII.
Todos los vestidos son una verdadera obra de arte, alta costura en estado puro con detalles propios del mundo del teatro, como los imanes para fijar bien las superposiciones, faldillas que se cierran por detrás o cuerpos con cierre delantero. Allí hemos podido ojear el manual de instrucciones de la creadora de este vestuario, la prestigiosa Brigitte Reiffenstuel, reconocida por la dirección de los vestuarios de iconos teatrales y operísticas como Elektra, Macbeth o Don Giovanni.
El vestuario de la ópera "Adriana Lecouvreur", fruto del trabajo de investigación y confección de un año, llegó al Liceo desde la Royal Opera House Covent Garden hace ya tres meses, con un libro de instrucciones -La Biblia, como dicen ellos-, donde aparecen las fotografías de cada vestido, los tejidos utilizados para su confección, las medidas de los originales y los complementos con los que saldrán al escenario. El material utilizado, la procedencia del mismo o los proveedores que han formado parte del engranaje también se encuentran reflejados en este diccionario de la ropa. Hay más de 100 modelos realizados artesanalmente en un margen de tiempo de entre cuatro y siete días cada pieza.
Al ser la ópera interpretada por otros actores, algunas piezas del vestuario -en este caso un 10%- se deben modificar o realizar en su totalidad. Aquí es donde entra en juego el saber hacer del equipo de modistas del Liceo, orientados por Cristina Fortuny. La realización de estos trajes experimenta entonces una adaptación o reinterpretación en la que han trabajado durante tres meses un equipo de 14 personas, que a veces debe echarle imaginación al asunto, ya que hay algunos tejidos que ya no existen, como es el caso de las puntillas de colores con aplicaciones de brillos que han tenido que crear manualmente en el propio departamento.
Es grato saber que además de proveedores internacionales (alemanes, franceses o ingleses), el material de los trajes de la ópera Adriana Lecouvreur ha salido a la luz procedente también de más de un taller de Sabadell y Cerdanyola, en Barcelona.
Está creado a partir de piezas de lujo como blusas, corsés, enagua, miriñaques, vestidos y sobre-vestidos. Los hombres visten pantalones, casacas, levitas, botas y sombreros. La mayoría de los modelos están cargados de colores fuertes y vivos, para no pasar desapercibidos en el escenario.
En cuanto a materiales, predominan la seda, algodón, lino, lana y determinados cristales para elaborar la pasamanería. Un vestido puede pesar hasta 100 kilos. En cuanto al precio, Cristina Fortuny dice que no se puede calcular a ciencia cierta: "aunque el precio de los materiales del vestuario es razonable, se pierde la cuenta al calcular el tiempo y el cuidado dedicado a la confección de cada vestido".