El Supremo de EE UU confirma la victoria de España en el ‘caso Odyssey’
Ahora sí, por fin ha acabado la larga batalla de España con la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration sobre las 500.000 monedas de plata y oro recuperadas del navío español Nuestra Señora de las Mercedes. El tribunal Supremo de EE UU ha rechazado hoy una petición de la empresa cazatesoros radicada en Tampa (Florida) para que el caso sea revisado. La resolución del Supremo deja por tanto intactas dos decisiones anteriores, de dos tribunales de menor rango.
Durante su reunión semanal, los magistrados de Washington estudiaron el jueves pasado el recurso de Odyssey junto a otros interpuestos contra España (una petición de Perú y otra de descendientes de los pasajeros de La Mercedes, que aseguraban ser dueños de pleno derecho de las monedas).
El máximo tribunal no dio razones sobre por qué no admite a trámite el caso y se limitó a publicar hoy un mero “denegado”. “Todo nuestro equipo está muy contento por la decisión de hoy, que convierte nuestra victoria en absolutamente definitiva”, ha dicho James Goold, el abogado del Gobierno español que ha conducido la batalla legal.
“El Supremo ha rechazado tres peticiones que señalaban que los fallos a favor de España eran contrarios a la legislación internacional, a la de EE UU y a la de España. La postura de España de que, en el caso de la fragata Mercedes, el saqueo no autorizado de nuestro patrimonio cultural es ilegal, ha sido respaldada a todos los niveles y la decisión de hoy elimina cualquier futuro desafío a nuestra victoria”, dijo Goold en un mail. No ha habido respuesta de momento de los abogados de Odyssey.
El pasado 26 de febrero un avión militar de carga trasladó a Madrid las monedas, después de que el Supremo se negara ha detener el envío en tanto estaba estudiando el recurso. El tribunal de apelaciones de Atlanta ya había ordenado a Odyssey la devolución de las monedas (la mayoría de plata) tras rechaza los argumentos de la empresa de exploración submarina.
El Mercedes fue hundido en 1804 por un barco de la Armada Británica frente a las costas de Portugal cuando navegaba rumbo a América del Sur desde Cádiz.