Rita McBride desnuda el MACBA en su primera exposición en España
La artista ha devuelto gran parte de la segunda planta a su estado original, una depuración que muestra el espacio expositivo como objeto de estudio.
La artista estadounidense Rita McBride transforma y desnuda el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) en la exposición Oferta pública/Public Tender, su primera muestra en España, en la que explora las relaciones entre escultura y arquitectura.
La exposición, que estará abierta al público del 19 de mayo al 24 de septiembre, reexamina la estrategia conceptual que hizo famosa Michael Asher en 1973 en Milán, donde proyectó arena contra las paredes de la galería Toselli para desprender las diferentes capas de pintura blanca hasta alcanzar la pátina marrón original.
Según ha explicado el director del museo y comisario de la exposición, Bartomeu Marí, "McBride amplía ahora en el MACBA aquel acto de purificación eliminando la mayor parte de las paredes temporales del edificio, las cubiertas de las claraboyas y las puertas añadidas a la arquitectura del museo desde que fue inaugurado hace 17 años".
El resultado, añade, es espectacular en la medida que muestra hasta qué punto el tiempo y las necesidades modifican el espacio institucional. En un diálogo directo con el arquitecto del edificio, Richard Meier, la artista ha devuelto gran parte de la segunda planta a su estado original, una depuración que muestra el espacio expositivo como objeto de estudio y lo sitúa al mismo nivel que las obras de arte que alberga.
A un nivel conceptual, la intervención de McBride restablece la conexión entre la función pública y las operaciones de custodia del día a día del museo.
En estas nuevas salas "depuradas", la artista norteamericana ha insertado cinco proyectos, en los que enfoca de manera distinta el concepto del arte en el espacio público.
Dividida en dos salas distintas, McBride ha reconstruido la planta baja del 'servicio' de la Villa Saboya (1929-1931), obra maestra de la arquitectura doméstica de Le Corbusier, ubicada en Poissy, en las afueras de París. En el interior de esta recreación se pueden contemplar "Escalera de caracol de doble hélice", construida en rotang (1990); "Conductos de cristal" (1999), construida en cristal de Murano; y "Sirvientes y esclavos (Domésticos)" (2003).
En la diáfana sala principal de la exposición se encuentra "Arena" (1997), un enorme tribunal circular de madera, que invita al visitante a experimentar eligiendo el sitio donde sentarse, un gesto que, según la artista, cuestiona la jerarquía del museo, y al mismo tiempo convierte al visitante en el objeto expuesto.
En la presentación, McBride ha recordado que lleva diez años visitando el museo y en este tiempo ha visto "la gimnasia a que ha estado sometido el edificio".
"El arte y la escultura comparten un mismo espacio" lo que permite "hacer un recorrido de una manera corporal", repone la artista, para quien "eliminar paredes y dejar a la vista las claraboyas ha sido como una excavación del espacio expositivo".
En la primera sala introductoria de la retrospectiva, se exhibe por primera vez en España la película "Day after Day" (2011), dirigida por Alexander Hick, que documenta 24 horas de la vida de la escultura "Mae West", que McBride hizo para la ciudad de Múnich, y la reacción de la gente ante la escultura. "Mae West" es una estructura hiperboloide de 52 metros de altura, construida a base de tubos de fibra de carbono, lo que la convierte en la mayor obra de arte público de Europa.
Aunque los críticos y mucha gente definieron este monumento como "vacío", la intención de McBride era que el significado lo aportara el espectador, y de hecho, asegura, "ahora se ha convertido en una escultura pública y ha ido adquiriendo significado con todas las frases y tiras cómicas que han ido apareciendo en la prensa".
Cuando McBride ganó el concurso público, su proyecto se llamaba simplemente "Torre", pero finalmente decidió bautizarlo "Mae West", porque "la actriz tenía una faceta cómica y humorística, pero a la vez era una mujer fuerte, moderna y parecía lógico que debía llamarse así, y además es un nombre que a mi generación nos suena, pero que tampoco es demasiado omnipresente".
En la exposición, McBride presenta "Dibujo de 52 metros de Mae West" (2010), un dibujo en curso y a escala real 1:1 de la torre que se va imprimiendo en una impresora plóter.