Plácido Arango deja la presidencia del Patronato del Museo del Prado
El empresario informó hoy al Pleno del órgano rector de la institución de que no renovará en julio, después de cinco años.
El empresario Plácido Arango no renovará como presidente del Real Patronato del Museo del Prado, cargo que ocupaba desde el 26 de julio de 2007, cuando sustituyó al entonces fallecido Rodrigo Uría. Durante el Pleno celebrado esta mañana en la sede de la pinacoteca, que ha estado presidido por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, el coleccionista y mecenas ha comunicado que da por concluido su mandato después de cinco años, pese a que los Estatutos del organismo admiten la posibilidad de una reelección.
Arango, de 81 años, se mantendrá en el cargo hasta julio. Se ha anunciado ya la convocatoria de una sesión plenaria extraordinaria del Patronato para elegir a su sucesor entre los vocales de libre designación en el seno del órgano colegiado, aunque aún no hay una fecha fijada.
Arango, de 81 años, se mantendrá en el cargo hasta julio. Se ha anunciado ya la convocatoria de una sesión plenaria extraordinaria del Patronato para elegir a su sucesor entre los vocales de libre designación en el seno del órgano colegiado, aunque aún no hay una fecha fijada.
Tras informar de ello, Arango hizo pública su renuncia a un nuevo mandato al frente del Patronato del Prado, que había comunicado unos minutos antes al Pleno. Ante la ausencia del ministro (estaba previsto que asistiera, pero se ausentó después del Pleno), fue el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, quien tomó la palabra y subrayó la «magnífica labor que ha desarrollado Arango en estos cinco años. La voluntad del Gobierno es que continuara al frente del Patronato del Prado. Creemos que es la persona más idónea para este cargo. Pero entendemos las razones personales que ha expuesto para dejarlo».
Asimismo, Lassalle quiso agradecerle su «enorme lealtad a esta institución, su generosidad y sensatez». José Ignacio Wert ha propuesto al Gobierno la concesión a Plácido Arango de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio.
Una vez acabado el acto, Arango atendía a los medios con la cortesía de la que ha hecho gala en estos años. No explicó los motivos de su decisión. Simplemente dijo que «cinco años, que son los que marca el Estatuto, son suficientes. Hay que dar el relevo». Eso sí, comenta que lo deja «con tristeza». Durante estos años, añade, «he contado con el apoyo del Patronato y el director del museo. Ha sido una presidencia muy tranquila». Permanecerá como patrono de honor -sin derecho a voto-, cargo que ya ostentan otras personalidades como José Ángel Sánchez-Asiain, expresidente del Patronato del museo; Elena Guardans, hija del gran coleccionista y mecenas Francesc Cambó, autor de una de las donaciones de obras más importantes que ha recibido el museo; y Philippe de Montebello, director emérito del Metropolitan Museum of Art de Nueva York.
Su mandato ha sido uno de los más fructíferos de la historia del Prado, con la inauguración y consolidación de la ampliación del museo, entre otros logros. A la hora de hacer balance de los mayores logros de su mandato, destaca varias cuestiones: «La internacionalización del museo (las primeras avazadillas se han hecho ya), la ampliación del Patronato (hemos incorporado a diez vocales más tras la incorporación de los miembros benefactores del Prado como patronos), la adquisición del Bruegel el Viejo («El vino de la fiesta de San Martín»), la reordenación de las salas... Estoy muy contento por haber vivido esta experiencia».
Hijo de emigrantes asturianos nacido en Tampico, México, en 1931, fijó su residencia en 1965 en España. Es fundador del Grupo Sigla S. A., que en el año 2000 pasó a denominarse Grupo Vips (la célebre cadena de restaurantes contaba a finales de 2005 con 274 establecimientos en España y Francia). Ese año dejó la presidencia a su hijo Plácido. Ha sido consejero del BBVA. Pero a su faceta de empresario une una destacada labor como coleccionista y mecenas de arte.
Atesora una de las mejores colecciones del mundo, con joyas de maestros antiguos como Goya, Zurbarán, El Greco..., que se extiende hasta el arte contemporáneo. Entre otras donaciones al museo, destaca la que hizo al Museo del Prado en 1992 de la primera edición de los «Caprichos» de Goya.
Académico de Bellas Artes, fue presidente de la Fundación Príncipe de Asturias. Es hijo adoptivo de Asturias, ha formado parte de los Patronatos de numerosas instituciones culturales españolas y extranjeras y ha sido reconocido con distinciones como la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, el premio Juan Lladó y la Medalla de Oro del Spanish Institute de Nueva York.
Arango ha conocido muy bien el Prado desde hace años. En 1986 fue nombrado vocal del Patronato y reelegido dos años más tarde. El entonces director, Alfonso E. Pérez Sánchez, le pidió su colaboración y se convirtió en un buen asesor y consejero.
Es menos conocido el papel que desempeñó en la restauración de «Las Meninas» en 1984. La llevó a cabo John Brealey, jefe del Departamento de Restauración del Metropolitan Museum. Arango, vocal del Patronato del museo neoyorquino desde hace muchos años, ofreció apoyo no sólo logístico, sino también económico, en la restauración del mayor tesoro del Prado. Contribuyó a su financiación. A todo ello se suma la generosidad que le ha llevado a prestar obras de su colección en algunas exposiciones del Prado.