Leonardo Da Vinci será exhumado para desvelar el misterio de la Mona Lisa
La mujer más misteriosa del mundo podría ser un hombre. Ésta es la teoría de un grupo de científicos italiano que afirman que detrás de la enigmática sonrisa y mirada de «La Gioconda», se esconde ni más ni menos que el propio Leonardo da Vinci en persona.
El grupo de expertos del Comité para la valoración de la herencia cultural está tan convencido de su teoría que ha solicitado ya la exhumación del cuerpo de Leonardo, que supuestamente se encuentra en el castillo de Amboise, en el valle de Loira. La intención de los científicos es, por un lado, demostrar que los restos que se encuentran en Francia son del artista toscano, y por otro, reconstruir su rostro y compararlo con las líneas faciales del célebre cuadro custodiado en el Louvre.
«Recuperaremos el cráneo de Leonardo, y podremos descubrir gracias al Carbono 14 cómo era físicamente», comentaba a los medios el director del grupo de expertos italiano, Silvano Vincenti. Éste científico ya se ha puesto manos a la obra y ha contactado con el castillo de Amboise, donde vivió Leonardo, para pedir los permisos necesarios para corroborar su teoría.
El misterioso retrato de Leonardo es uno de los cuadros más estudiados del mundo, pero nadie ha conseguido demostrar la identidad de la Mona Lisa. La madre de Leonardo o Caterina Sforza han sido algunos de los nombres barajados a lo largo de los siglos, aunque la identidad que más consenso registra es la de Lisa Gherardini, mujer de Bartolomeo del Giocondo. Más allá del apellido familiar que da nombre al cuadro, la comunidad científica se basa en la documentación de Vasari que no deja de ser también polémica por algunos puntos de su descripción que no coinciden con la tela.
De demostrarse la teoría de los científicos italianos, «La Gioconda» representaría a Leonardo a sus 51 años, ya que la obra fue realizada entre 1503 y 1506, y el artista toscano murió a los 67 años, en 1519. Algunos de los mayores expertos del mundo no comparten esta teoría y consideran «una locura el estudio; si el pintor estuviera vivo, estaría afligido».