PhotoEspaña 2012: La esencia de ‘lo fotográfico’
PhotoEspaña 2012 continúa las diversas líneas estratégicas, planteadas ya en la edición anterior por su comisario general Gerardo Mosquera, consistentes en posicionar el festival en un contexto de arte más que en un contexto específicamente fotográfico, en apuntalar la figura del comisario como “autor” dentro de la programación y en fijar como marco referencial los efectos de la internacionalización del arte (término que Mosquera parece preferir al de globalización), en su dimensión concreta de contacto, circulación e interconexión entre nuevos sujetos culturales y artísticos. Si en 2011 la intención era abordar la fotografía “menos en sí misma y más como base de la imagen contemporánea”, ahora la pretensión es centrarse en “lo fotográfico y no en la fotografía”, plasmando a través del programa de exposiciones de la sección oficial el importante papel que lo fotográfico ha desempeñado en la expansión del arte contemporáneo.
A dicho proceso de expansión e internacionalización de la práctica del arte contemporáneo a lo largo de los últimos años, así como a sus efectos, alude el título de esta edición: "Desde aquí". Contexto e internacionalización. Un enunciado que no es nuevo para Gerardo Mosquera. De hecho, el marco teórico planteado este año viene a sintetizar, o a poner en práctica, los argumentos que desplegaba hace unos años en su artículo "Caminando con el diablo. Arte contemporáneo, cultura e internacionalización", un interesante texto que afortunadamente se incluye íntegramente en el volumen temático que cada año edita el festival y que estará disponible para su descarga en la página de PhotoEspaña. Básicamente, trataría de mostrar el efecto de la descentralización de las prácticas artísticas, las interconexiones entre las esferas locales e internacionales y sus dinámicas multidireccionales, proponiendo para ello el “paradigma del desde aquí” que da titulo a esta edición.
Las nuevas redes de información, comunicación e intercambio han facilitado que los contextos desde los que una multiplicidad de sujetos culturales y artísticos construyen y desarrollan sus propuestas, se hayan vuelto globales a través de su interconexión con el mundo. El contexto ya no remitiría a lo local, a un espacio cerrado, sino que sería el espacio desde el que se construye naturalmente la cultura internacional. El arte hoy se configuraría multilateralmente a partir de las aportaciones diversificadas de una multitud de sujetos desde sus diferentes culturas, experiencias, subjetividades o intereses. Este sería, sintetizando, el punto de partida argumental de un conjunto de exposiciones que mantiene el tono e incluso mejora sobre el papel, en algunos aspectos, el programa del año pasado. Un término que podría definir adecuadamente la intención de esta edición es el de “cosmopolitismo”, un cosmopolitismo descentralizado caracterizado por un juego de diálogos entre diversificación e interconexión, entre proximidad y distancia, entre originalidad y recreación.
Mucho de ello hay en la exposición colectiva más destacada de la programación que se presenta bajo el título "Ansiedad de la imagen" y está a cargo de Huang Du, uno de los comisarios-autores invitados este año. Aunque la propuesta reúne a 14 artistas de diferentes nacionalidades, casi la mitad de ellos proceden de China, en una clara proyección de las nuevas “centralidades” surgidas en el arte contemporáneo, y a las que PhotoEspaña parece prestar una atención preferente. Partiendo de obras que abordan mayoritariamente situaciones y contextos de naturaleza política, social, económica e histórica, la muestra propone abordar el funcionamiento de la imagen como reflejo de las preocupaciones, incertidumbres e inquietudes que el flujo incesante de cambios y transformaciones genera en nuestra forma de vivir, de pensar o de asimilar la realidad que nos rodea. Es interesante la propuesta de la exposición al colocarnos de lleno frente al problema crucial de cómo construir imágenes sobre la realidad hoy en día, sobre la calidad de la información que vehiculan, sobre su toma de posición, sobre su pérdida de referencialidad contextual, o, por último, sobre la tensión entre originalidad, objetividad y recreación.
De transformaciones, cambios y globalización, aunque de un modo más previsible, habla también la colectiva Espacio compartido. Un acercamiento a temas como las contradicciones y los efectos del crecimiento, las transformaciones sociales y culturales, el fracaso de la utopía modernista, las aglomeraciones urbanas o la relación individuo-comunidad, a través de la obra de destacados y conocidos artistas entre los que encontramos a Andreas Gursky, Philip Lorca diCorcia, Edward Burtynsky, Thomas Struth, Shirin Neshat o Beat Streuli. Menos conocidos son los autores reunidos en "Asian Serendipity", una aproximación a la nueva creación artística asiática, especialmente la fotografía japonesa, en la que es posible observar una tendencia mayoritaria hacia la recreación de temas y géneros desde una sensibilidad muy desinhibida y con una fuerte carga de subjetividad emocional. Un tipo de sensibilidad menos optimista es la que se percibe en la interesante "Aquí estamos, reunión de cuatro miradas" (Richard Avedon, Paz Errázuriz, Richard Billingham y Lilla Szász) sobre la precariedad de la existencia, la transición entre lo frágil y lo grotesco y la revisión de la idea de marginalidad desde la lectura precisa de cada contexto particular.
Dos exposiciones se aproximan a uno de los campos donde más visibles son los efectos de la globalización: la moda. Se trata de "The Sartorialist", una selección de imágenes del blog del mismo nombre, cuyo autor, el bloguero y fotógrafo Scott Schumann, pasa por ser una de las personas más influyentes del mundo del diseño. Un tipo de influencia muy diferente registra Daniele Tamagni en "Caballeros de Bacongo", un acercamiento fotográfico a una sociedad masculina de la República del Congo que muestra una extrema devoción por la moda, las marcas y la elegancia. Dos tipos muy distintos de relación entre moda y sociedad, aunque ambos remitan a un mismo contexto globalizado de mercados y tendencias.
Lo fotográfico es el filtro elegido para aproximarse a la obra del conocido artista cubano Carlos Garaicoa en la muestra "La fotografía como intervención", una revisión de su trayectoria a través del uso y manipulación del medio. Por otra parte, dos exposiciones abordan, desde diferentes ópticas y momentos, el trabajo del artista y los espacios donde este se desarrolla. La primera de ellas está dedicada a la destacada documentación fotográfica sobre la Factory de Andy Warhol ("De la Factory al mundo"), un espacio entre taller de artista, escenario y empresa, que modificó el concepto de cultura underground, la relación entre arte, espectáculo y mercancía, y el binomio artista-estrella. La segunda, bajo el título Nuestro trabajo nunca se acaba, que se anuncia como una reflexión sobre el solapamiento entre arte, trabajo y vida, puede verse también como una reflexión sobre el trabajo del artista como productor y, metafóricamente, sobre la figura del trabajo y el trabajador. Dos destacadas e imprescindibles exposiciones monográficas dedicadas a Lara Almarcegui ("Madrid subterráneo") y Sharon Hayes ("Habla"), dos artistas que vienen desarrollando importantes lecturas e intervenciones tanto políticas como socioeconómicas sobre el espacio público, pueden cerrar este repaso a la programación. Sin olvidar, la llegada a Madrid, en el marco de esta edición de PhotoEspaña, de los negativos de la guerra civil española, obra de Capa, Seymour Chim y Gerda Taro, contenidos en "La maleta mexicana".
