Giorgio Armani deshoja la margarita de su futuro
Giorgio Armani no lo tiene claro. El diseñador italiano prepara su sucesión con cautela y no ha confirmado todavía cuál será el futuro de su compañía. No obstante, en mayo se conocieron las intenciones de Armani de crear una fundación social en la que depositar sus acciones y, de este modo, el futuro de la empresa que lleva su nombre.
Aún así, un portavoz de la compañía reiteró que el futuro de la compañía no está para nada decidido. Sí confirmó que el diseñador no venderá su empresa a un fondo de capital riesgo, interesado en el retorno a corto plazo, y tampoco lo hará a inversores privados que no entienden de moda. No obstante, el portavoz de Armani explicó que el diseñador no descarta vender su empresa a un gran grupo que presente una buena oferta.
Por su parte, el diseñador explicó que la creación de una fundación “es sólo una de las posibilidades; no hay nada sustancial en ello”, según WWD. Y destacó de nuevo su reticencia a buscar un socio o vender a un fondo de inversión.
Armani se encuentra, desde 2009, construyendo el que será el futuro de su compañía. El diseñador padeció una hepatitis severa que le hizo replantearse su manera de trabajar y sus responsabilidades al frente de la empresa. Por ello, a finales de 2009 el creador nombró a un nuevo vicepresidente y a un nuevo director financiero para poder apartarse poco a poco de la gestión diaria de la compañía.
La compañía cerró el ejercicio 2011 con un incremento del 13,6% en su facturación, hasta 1.800 millones de euros. Un año antes, la firma italiana registró una cifra de negocio de 1.590 millones de euros. Incluyendo las licencias, las ventas del grupo se situaron en 6.730 millones de euros.