Antonio López en proceso de Antonio López
La Fundació Sorigué de Lleida ofrece la primera muestra del artista manchego en Catalunya
Los mismos temas, las mismas obsesiones una y otra vez en la pintura, en el gesto escultórico, en los dibujos que indagan en un estudio interior, o en la gran avenida de la edad adulta. Las obras de Antonio López, uno de los artistas más reconocidos del panorama actual, pueden verse en la Fundació Sorigué de Lleida. Hasta el 31 de octubre, gratuitamente, y bajo cita previa.
La exposición llega después del gran éxito en la retrospectiva del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid y el Museo de Bellas Artes de Bilbao, con más 50 piezas que provienen de la colección particular del propio artista y que, en parte, se pudieron ver en los centros mencionados. Esta es, sin embargo, la primera vez que López aterriza en Catalunya con una muestra individual.
Comisariada por María López, hija del pintor, la propuesta es especialmente interesante porque algunas de las obras son inéditas e, incluso, se incluyen trabajos inacabados y esbozos. Así, la visita a la Fundació Sorigué es una oportunidad única para conocer de primera mano el proceso de investigación del creador.
La figura humana, los paisajes de las principales ciudades, la soledad del taller - el refugio doméstico -, el desnudo clásico y contemporáneo, son algunas de las materias con las que Antonio López va hilvanando su discurso, ciertamente realista, pero con un estilo tan personal como inconfundible. Forjado, como se demuestra aquí, desde la cadencia y la precisión.