El Museo Británico expone, por primera vez, restos de Pompeya y Herculano
Docenas de objetos recuperados entre los restos de las ciudades romanas de Pompeya y Herculano, sepultadas por el Vesubio en el año 79, saldrán de Italia por vez primera en la primavera de 2013 para ser exhibidos en el Museo Británico.
A través de joyas, muebles y hasta restos de comida carbonizada que se conservaron bajo las cenizas del volcán, la exhibición mostrará retazos de la vida cotidiana hace cerca de 2.000 años en las dos ciudades, ubicadas en las inmediaciones de la moderna Nápoles, informó hoy el museo de Londres.
Pompeya y Herculano, donde se mantienen intactas calles, edificios y restos de personas que se vieron sorprendidas por la erupción del Vesubio, son una fuente de fascinación tanto para los arqueólogos como para los turistas, y reciben una media de 6.000 visitas diarias, con picos de hasta 20.000 en verano.
Parte de esa herencia histórica podrá contemplarse en el Museo Británico en una muestra con cerca de 250 objetos que ilustrarán detalles de la vida pública y la intimidad familiar en la antigüedad romana, describió el conservador de la exposición, Paul Roberts.
«No eran ciudades extraordinarias. Terminaron de un modo excepcional, pero eran ciudades ordinarias en términos romanos. Por eso son tan importantes, porque al estudiarlas podemos hacernos una idea de qué ocurría en el resto de ciudades de la época», comentó Roberts.
Rarezas extraordinarias
La Superintendencia Arqueológica de Nápoles y Pompeya prestará al museo londinense diversas piezas que no han salido hasta ahora de Italia, como una hogaza de pan que se horneó en el año 79 y fue hallada en la década de 1930, así como seis muebles carbonizados, entre ellos una cuna de bebé que aún puede balancearse.
El Museo Británico mostrará también granos de pimienta que los arqueólogos encontraron en los desagües de las casas de Pompeya, higos carbonizados, una lámpara, así como diversas pinturas que decoraban las paredes de los edificios hace cerca de 2.000 años.
Todos esos objetos, «rarezas extraordinarias», –recalcó Roberts– quedaron calcinados por las altas temperaturas de las cenizas que engulleron ambas ciudades tras la erupción volcánica (entre 400 y 500 grados centígrados), lo que ha permitido su conservación.
No faltarán en Londres moldes de yeso de diversas figuras humanas que quedaron paralizadas hace veinte siglos, víctimas de la erupción.
Entre ellas, una familia de dos adultos y dos niños que fueron encontrados abrazados bajo unas escaleras, cuando trataban de protegerse del calor, y quedaron fijados para la historia en esa postura.
Conservación y relanzamiento
El complejo arqueológico de las dos ciudades romanas fue objeto de polémica en Italia el pasado año por su estado de degradación, al derrumbarse un muro romano debido a filtraciones de agua.
El derrumbe se produjo un año después de que también cayera totalmente la llamada Casa de los Gladiadores y se descubrieran daños en el patio de la Casa del Moralista tras una racha de lluvias intensas.
El pasado abril, el primer ministro italiano, Mario Monti, anunció un proyecto de conservación y relanzamiento del área que contará con 105 millones de euros de financiación, que aportará Italia con ayuda proveniente de fondos de la Unión Europea (UE).