Patrimonio intentará salvar la capilla rociada con aceite
La visita de los técnicos de Patrimonio a la capilla de San Cosme en Mántaras (Irixoa) es inminente. El revuelo mediático ha acelerado las acciones de la Administración, que intentará salvar el entramado de madera de la iglesia de este pequeño municipio coruñés. El sacerdote responsable aplicó un contundente método contra la carcoma a base de aceite quemado y queroseno, lo que podría haber destrozado una techumbre catalogada por Patrimonio.
La Xunta ratificó ayer que esta capilla está protegida. «Pero para as obras ninguén pediu permiso», señalaron. Ahora los técnicos realizarán una visita que podría llevar varios días por la necesidad de instalar algunos andamios. A partir de ahí se realizará un informe para abrir el correspondiente expediente informativo. «Do observado se verá se corresponde ou non unha sanción», señalan desde la Xunta, que aclara que, si bien la capilla de San Cosme tiene un alto grado de protección, «non está protexida polo grado de ben de interese cultural, que é o máximo».
El vicario de la diócesis de A Coruña, José Luis Veira Cores, fue quien recibió la llamada de Patrimonio la semana pasada alertándole de la situación. Y él mismo se puso en contacto con el cura responsable de la obra, Diego Parra, quien aplicó la mezcla de aceite quemado y queroseno sobre unas tablas de castaño centenarias en la techumbre. «Es evidente que lo que hizo el sacerdote no estuvo bien, pero aquello está muy abandonado y él lo hizo con buena voluntad», señaló Veira Cores, quien asegura que «el 99,9 % de los sacerdotes respetan y miman el patrimonio». «Esto es un caso aislado», añade el vicario, que pide más información sobre las piezas e inmuebles que están protegidos. «Si esa capilla tiene una techumbre protegida por Patrimonio, ¿cómo lo podemos saber?», se pregunta.
Muchos vecinos se mostraron comprensivos con el acto de Diego Parra, el sacerdote. «O que fixo estivo mal, pero a intención foi boa», sentencian.