El mercado mundial del arte contemporáneo resiste a la desaceleración económica
El mercado del arte contemporáneo, impulsado por China, resistió a la desaceleración económica mundial en 2011/2012, logrando "el tercer mejor resultado" de su historia a pesar de sufrir una contracción del 6%, según un informe presentado este martes en Londres por la empresa Artprice.
Las obras de arte contemporáneo vendidas en subastas en todo el mundo generaron conjuntamente unos ingresos de 860 millones de euros entre el 1 de julio de 2011 y el 30 de junio de 2012, frente a los 915 millones del año anterior, considerados "excepcionales".
Para Artprice, sin embargo, esta caída del 6% no es "nada alarmante", dado que 2011/2012 "se impone como el tercer mejor resultado de la historia" de este segmento por detrás de 2010/2011 y del récord establecido en 2007/2008, con 976,9 millones de euros.
"Cuando uno mira lo que está pasando en el mundo, no está nada mal", señaló Martin Bremond, del departamento de estudios económicos de esta empresa francesa, que tiene la mayor base de datos sobre el mercado del arte.
China, que concentra un 38,79% de las ventas, es el principal impulsor del mercado del arte contemporáneo, que representa actualmente un 11% de todo el mercado del arte y superó en 2011 al de las obras antiguas en rentabilidad.
Estados Unidos es el segundo mayor mercado para las obras de artistas nacidos a partir de 1945, con un 26,11% del total, seguido de Reino Unido, con un 22,1%.
El continente asiático fue también el que más obras compró por encima de 100.000 euros, 662 (incluidas 37 por encima del millón), contra 382 en Estados Unidos y 324 en Europa, en un mercado en el que la mayoría de las piezas se venden por menos de 5.000 euros.
En cuanto a los artistas, el estadounidense Jean-Michel Basquiat (1960-1988) vuelve a encabezar la clasificación de Artprice con unos ingresos acumulados en el período de 79,9 millones de euros y una obra subastada en 14,3 millones de euros (sin contar las comisiones).
Lejos le siguen el chino Zeng Fanzhi (1964), con 33,2 millones, y el también estadounidense Christopher Wool (1955) en esta clasificación de 500 artistas en la que hay un 41% de chinos, muchos de ellos desconocidos en Occidente.
Este fenómeno se explica, según Martin Bremont, por el hecho de que "el mercado de las galerías en China no está todavía establecido, por lo que los artistas van directamente a las subastas".