'El museo de todo', una colección ambulante de arte espontáneo, folclórico, marginal y sincero
El 'Museum of Everything', fundado en Londres, descubre la obra de artistas desconocidos, involuntarios y sin formación.
Inauguran su sexta exposición itinerante en París con 500 trabajos realizados a consecuencia del dolor y las pasiones o por mero pasatiempo.
Los comisarios de las muestras son artistas plásticos y músicos, entre ellos Ed Ruscha, Peter Blake, Nick Cave y Jarvis Cocker.
Se autoproclaman "el único museo itinerante del mundo para artistas desconocidos, involuntarios y sin formación de los siglos XIX, XX y XXI". The Museum of Everything (El Museo de Todo) recopila arte folclórico, marginal, espontáneo y sincero; resultante del dolor, las pasiones o el simple divertimento de sus autores.
Entre los nombres no hay conocidos, sólo figuras aisladas, personas que almacenaron obras en trasteros y sótanos, que no tuvieron nunca interés por mostrar lo que hacían. Desde la creación del museo en 2009 con una primera exposición en Londres (la ciudad en la que se fundó), se han expuesto 500 obras. En algunos casos, los comisarios de las muestras han sido artistas plásticos como Ed Ruscha, John Baldessari y Peter Blake; en otros, músicos como Jarvis Cocker y Nick Cave.
El Museum of Everything, que se impone la misión de crear "una historia del arte alternativa" y funcionar a la vez como "un archivo y un expositor" promoviendo a sus artistas, reaparece ahora en París con Exhibition #1.1 (Exposición nº 1.1), una nueva recolección de obras sin reconocimiento artístico que se pueden ver hasta el 15 de diciembre en la Chalet Society de París, un antiguo colegio católico reconvertido en institución cultural.
Un impulso ajeno a las galerías y los museos.
Es la sexta muestra del museo ambulante. El medio millar de trabajos se presentan a lo largo de un recorrido por el edificio, en una extensa galería de objetos amontonados y con aura de misterio. Los organizadores de la exposición destacan de esta edición la única serie de obras secuenciales del ermitaño Henry Darger (1892-1973). El autor, uno de los más famosos representantes del arte marginal, pasó una desdichada infancia en un auspicio y trabajó buena parte de su vida como conserje en Chicago: a su muerte, fueron los caseros los que descubrieron en la vivienda de Darger una colección de ilustraciones que recreaban un mundo imaginario de niños esclavizados por un pueblo cruel.
La obra de tintes paranormales de la china Guo Fengyi (1942-2010) —trabajadora en una fábrica—; las creaciones místicas de la piadosa estadounidense Gertrude Morgan (1900-1980), que se propuso evangelizar a los pecadores de Nueva Orleans; los ideogramas y los tranvías del artista autista y esquizofrénico holandés Willem van Genk (1927-2005)...
El museo arroja luz sobre creadores que no recibieron educación en sus disciplinas, que se nutrieron de un impulso ajeno a las escuelas, las galerías y la cultura con mayúsculas. Para apoyar esta idea, las piezas van acompañadas de ensayos de intelectuales, comisarios de arte, escritores y artistas como David Byrne, Ed Ruscha, Paula Rego, Marlene Dumas, Nick Cave y Christian Boltanski.