Cultura mantiene a Benjamin Weil al frente del Centro de Arte
La Consejería que dirige Ana González recortará en 2013 su aportación de 800.000 euros de este año.
La reordenación de la política cultural asturiana que ha empezado a aplicar la consejera de Cultura, Ana González, no afectará, al menos por ahora, a Laboral Centro de Arte y Creación Industrial. La intención es mantener como director de actividades a Benjamin Weil, comisario jefe de las instalaciones con Rosina Gómez-Baeza y nombrado para su actual responsabilidad por el anterior Ejecutivo que presidió Francisco Álvarez-Cascos.
Ana González y su vicencosejero Alejandro Calvo, buen conocedor de Laboral por su trayectoria en Recrea, mantendrán también a Lucía García como directora gerente del Centro de Arte. La Consejería de Cultura, que tiene su mayor preocupación en el Niemeyer y en la necesidad de asear la imagen del equipamiento avilesino tras la sombra de escándalos bajo el último gobierno socialista de Vicente Álvarez Areces, no quiere abrir frentes en Gijón. Aún así tendrá que podar aún más la aportación del Principado, recortada ya por Foro y quien fue su consejero de Cultura, Emilio Marcos Vallaure. La partida, aún sin concretar, será inferior a los 800.000 euros de este año.
Tras la marcha de Rosina Gómez-Baeza, que optó por dejar Laboral -su gran proyecto asturiano- cinco minutos antes de que Foro le diera puerta, Vallaure optó por una solución salomónica y dejó una dirección compartida entre Lucía García y Weil, aunque es este último quien asume el peso de la programación expositiva y de la línea cultural del Centro de Arte. Queda ahora por saber si Weil se resignará a trabajar con un presupuesto que ha ido menguando considerablemente desde los años de dirección de Rosina Gómez-Baeza o si, hastiado de recortes, opta por otras empresas. Su trayectoria se lo permite.
Laboral Centro de Arte, símbolo de una apuesta de Areces y Gómez-Baeza por la creación artística ligada a las nuevas tecnología, ha tenido que plegarse a las políticas de austeridad y ajuste que marcarán durante muchos años la política cultural asturiana y española. Las grandes exposiciones se montarán, a partir de ahora, muy de año en año y habrá que prestar más atención a la producción local, una línea que ya recomendó Vallaure y su entonces lugarteniente, Francisco Crabiffosse. El escenario es otro.
Un ejemplo de estos nuevos tiempos es «Códigos abiertos», que arrancó ayer con cinco líneas temáticas de investigación después de que el Centro de Arte abriera, el pasado mayo, una convocatoria para ver la manera en la que Laboral podría abrirse a la comunidad local.