Arte a subasta, ¿quién da más?
Arte, Información y Gestión presenta su subasta de otoño.
¿Cuál es la biografía de un cuadro? ¿Por qué se pintaron? ¿En qué paredes colgaron? ¿A quiénes pertenecieron? ¿Por qué se vendieron? Y también ¿cuál es su futuro? Ayer se mostraban en el Centro Cultural CajaSol de Sevilla lienzos que esperan su destino, la competencia de una subasta, el vértigo de las pujas.
Esperan su turno las piezas que pone a la venta Arte, Información y Gestión como cada otoño y primavera para la subasta que tendrá lugar el próximo 21 noviembre. Son observadas con detenimiento por posibles compradores y sus datos técnicos viajan por la red a través de las plataformas digitales de compra y venta de arte. Este año hay dos joyas de la escuela barroca sevillana: Jesús atado a la columna, de Juan de Valdés Leal, y Los desposorios místicos de Santa Catalina de Siena, de Sebastián de Llanos Valdés. El Valdés Leal perteneció a una colección privada y con seguridad ha permanecido durante siglos en el oratorio de una casa palacio de esas cuyas estancias están atravesadas por las corrientes de los siglos. Tiene un precio de salida de 95.000 euros.
Carmen Aranguren, directora de Arte, información y Gestión, asegura que éste es un año excepcional precisamente por la crisis. El estado actual del mercado, afectado también por los malos tiempos, ha hecho que muchas piezas «salgan a la venta con un precio excepcional». El lienzo de Los desposorios místicos de Santa Catalina de Siena estuvo durante mucho tiempo atribuido a Murillo y guarda esa dulzura de la paleta, pero Diego Angulo confirmó que era de Sebastián de Llanos quien debió de pintarlo hacia 1670, la época más creativa y excepcional de este artista. Estremece la imagen de la santa que intercambia su corazón con Jesucristo en una alegoría mística de gran intensidad barroca. Su precio de salida será de 70.000 euros.
Otras joyas barrocas de la subasta son un San Pedro, de Luis Tristán, que formaba parte de un apostolado, y un San Antonio de Padua, de Luca Giordano, que debió de pintar durante su estancia en la corte de Carlos II.
Carmen Aranguren explicó que en esta edición se ponen a la venta 754 lotes, algo menos que en la pasada primavera, y el valor de lo que se subasta alcanza un total de 1.160.000 euros. También aseguró que hay ya interés de varios coleccionistas del extranjero como ocurre con una Virgen de la leche, de la escuela hispanoflamenca siglos XVI y que procede de la antigua colección del duque de Osuna. Además, se presenta una amplia colección de joyas de precios muy variados.
Entre la oferta de arte del siglo XIX sevillano, una de las apuestas siempre segura de Arte, Información y Gestión, destacan dos cuadros de José María Romero en los que se representa dos curiosas escenas: la buena y la mala muerte del duque de Montpensier. En un lienzo, Antonio de Orleans recibe los santos sacramentos y está a punto de ser recibido por los ángeles mientras que en el otro lienzo, el gran conspirador, y cuñado de Isabel II, rechaza la extrema unción y tras un cortinaje le espera un inquietante esqueleto.
En cuanto a las obras de arte del siglo XX hay numerosas obras de Pérez Villalta, Miguel Pérez Aguilera, Félix de Cárdenas, Patricio Cabrera, Ricardo Cadenas, Manuel Salinas o Francisco Molina.
Arte, Información y Gestión también apuesta en esta ocasión por varias piezas de arte chino, las chinerías que en el siglo XIX tuvieron tanto éxito entre los coleccionistas europeos. Ahora, ante la fuerza del poder económico chino, parece que las piezas harán el viaje de vuelta dado el interés que ha surgido entre los compradores chinos.