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La Guardia Civil detecta en EE.UU. un tapiz español robado por Erik el Belga

La Guardia Civil detecta en EE.UU. un tapiz español robado por Erik el Belga

Un coleccionista de Texas lo compró de buena fe por unos 300.000 euros al anticuario De Witt, cerca de Amberes.


Hace un par de semanas varios miembros de la Brigada de Patrimonio de la UCO de la Guardia Civil viajaron hasta Houston (EE.UU.), acompañados por dos expertas españolas, con el fin de identificar un tapiz muy valioso y después informar de la prueba pericial a la Fiscalía texana. Según fuentes del Ministerio de Cultura, que ha colaborado con esta investigación sobre una importante pieza del patrimonio histórico, iban siguiendo el rastro a un tapiz robado en la catedral de Roda de Isábena, en 1979. El autor del robo no fue otro que el celebérrimo Erik el Belga. Ahora la Fiscalía texana tendrá que decidir si, con las pruebas aportadas, queda probado que la pieza, en manos de un coleccionista privado, es la misma.


Para la prueba pericial -realizada gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y el Gobierno de Aragón- ha pesado mucho una fotografía de 1908, la que ilustra esta noticia, puesto que en ella los expertos han podido ver cómo coincide la heráldica del tapiz, prueba más que razonada de que se trata del mismo textil robado en 1979. Una vez que la Fiscalía decida, y si lo hace positivamente, es posible que el actual dueño, que compró el tapiz de buena fe, decida devolverlo. En caso contrario, como ha ocurrido con los mapas de Ptolomeo detectados en el mercado tras el robo de la Biblioteca Nacional, el derecho internacional también permitiría activar resortes que podrían acabar con un feliz regreso del tapiz a España.


Esta historia comienza a finales de noviembre de 2010, cuando la conservadora del Museo Diocesano de Lérida, Carme Berlabé, miraba en internet catálogos de ferias y subastas. Un tapiz llamó su atención: le recordaba mucho al robado por Erik el Belga en una catedral oscense. «Vi que era el de Roda de Isábena -declaró ayer Berlabé a ABC-, porque lo tengo muy en mente, pero aun así consulté con un gran experto y amigo, Guy Delmarcel, que me lo confirmó. Hablamos con el propietario, De Witt, que está en Malines, Bélgica, pero nos dijo que no podía facilitar información de la procedencia y que iba a venderlo. Entonces decidí hablar con la Guardia Civil y con algún periodista». Paralelamente informó a los obispados de Lérida y Barbastro, puesto que el templo oscense perteneció históricamente a aquel y ahora depende de este.


Operación bajo sospecha.

«De Witt me llamó a los pocos meses -continúa la conservadora- porque le había contactado la Guardia Civil y se asustó. Había logrado una venta muy provechosa de la pieza a un coleccionista estadounidense, que había pagado 300.000 euros, creo recordar. Temía que ahora por mis informaciones la operación resultase ilegal. Yo le dije que me había limitado a hacer mi trabajo». La cuestión era saber de dónde lo había sacado De Witt.


Carme Berlabé no se conformó y siguió investigando hasta saber que en 2008, dos años antes, lo había sacado a subasta la casa Hample de Munich. Curioso que, después de 30 años oculto, este tapiz surgiera al mercado. ¿Tal vez porque a los 30 años ha prescrito el delito contra el patrimonio? ¿Quién lo había ofrecido a los anticuarios muniqueses? ¿Por qué primero como tapiz francés del XVI y luego como trabajo flamenco?


La noche de autos, 1979.

Aquella fría noche del 6 al 7 de diciembre de 1979, Erik el Belga se llevó de la catedral de Roda de Isábena importantes piezas del patrimonio español. El Museo no tenía alarma, el teléfono más próximo estaba a 3 kilómetros y así fue como el Belga se llevó la Silla de San Ramón, que deshizo en piezas (algunas de las cuales no han vuelto a aparecer), dos mitras, dos báculos, una capa de San Ramón, una imagen de la Virgen, un misal de Pergamino, una cruz tallada, objetos de plata, arqueta con relicario y el tapiz de marras.


El textil representa a la Virgen con San Vicente rodeada por dos obispos, uno de los cuales es Pedro Agustín, el obispo de Huesca cuyo escudo aparece destacado en la pieza por ser el donante. Junto al tapiz, entre las piezas de más valor, cabe destacar la capa románica, una talla de San Juan (s. XVII) y una arqueta de esmalte procedente de Limoges.


Compartir | Recomendar Noticia | Fuente: ABC (JESÚS GARCÍA CALERO) | Fecha: 15/11/2012 | Ver todas las noticias



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