Sorolla y señora
El Museo de Bellas Artes San Pío V rinde homenaje a Clotilde García del Castillo (1865-1929), musa predilecta y esposa del pintor valenciano Joaquín Sorolla (1863-1923), con una muestra que descubre su "faceta más íntima, personal y familiar" a través de 24 dibujos, 38 fotografías, algunas cartas entre el artista y su mujer, y 20 lienzos, la mayoría inéditos en Valencia.
Organizada por el Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, el Museo de Bellas Artes de Valencia y el Museo Sorolla de Madrid, con la colaboración de la Fundación Conexus, la exposición recala en la capital del Turia tras su inauguración en el museo madrileño del que Clotilde fue fundadora, y al que pertenecen todos los fondos exhibidos a excepción de un lienzo cedido por una colección particular y otro prestado por el San Pío V. El año que viene viajará a Alicante.
A su presentación ha asistido la biznieta del artista, Fabiola Almarza, así como la consellera de Cultura y Turismo, Lola Johnson, el secretario autonómico, Rafael Ripoll, el director del Consorcio de Museos, Felipe Garín, la directora del San Pío V, Paz Olmos, el presidente de la Fundación Conexus, Javier Serratosa, y la comisaria y directora del Museo Sorolla, Consuelo Luca de Tena, quien ha confesado que se ha dado "rienda suelta" para hacer una muestra "emotiva", reflejo de "una historia de amor".
Hija del prestigioso fotógrafo Antonio García Peris, mecenas y protector de Sorolla, Clotilde fue modelo constante en la obra del artista. Su historia de amor comenzó en 1879, siendo ambos casi niños, y se mantuvo a lo largo de toda la vida y la trayectoria del pintor. Por ello, Clotilde es una de las mujeres más retratadas por Sorolla, y su vida puede reconstruirse a través de las pinturas y dibujos que protagoniza.
El recorrido expositivo se estructura en cuatro ejes temáticos y cronológicos. El primero, dedicado a la 'Intimidad', evoca los primeros años del joven matrimonio, el nacimiento de sus hijos y la vida familiar. En esa época, Sorolla todavía no era un artista de afamado, y su casa y su familia eran motivos constantes de inspiración para pinturas en las que Clotilde aparece leyendo, durmiendo, en la playa, paseando o jugando con sus hijos, "cariñosa y entrañable".
Son "testimonios muy personales y espontáneos" de la vida familiar del pintor y su mujer en los que se aprecia además un Clotilde "reflexiva y sensata". Llama la atención cómo rompe con los cánones de la época y si antes la mujer aparecía casi siempre cosiendo, ahora se retrata leyendo, "una de las aficiones favoritas" de Clotilde, ha explicado la comisaria.
El segundo apartado profundiza en el papel de Clotilde como 'La Musa' y modelo predilecta de Sorolla. En numerosos retratos formales posó como ella misma y en otros en los que lo hizo como modelo anónima, como en un desnudo femenino que, según los estudios, pertenece a la esposa del pintor.
A lo largo de su vida en común, Clotilde tuvo que adaptarse al éxito de Sorolla. Así el tercer bloque expositivo muestra cómo tuvo que asumir el papel de 'La Mujer del gran artista' y facilitar su trabajo. Como esposa de un pintor reconocido internacionalmente, en esta época hace una vida más social y acompaña a su marido en viajes y veraneos en lugares de moda.
Numerosas fotos y un amplio epistolario entre ambos ilustran estos años en los que alcanzan un alto nivel económico y social. Pese a que para Clotilde la felicidad estaba junto a su marido en casa viéndole pintar, éste ahora debe viajar con frecuencia. Clotilde desarrolla su "elegancia" a la par que evoluciona el estilo de Sorolla, pintor "muy observador" y fascinado por la moda y los sombreros.
Por último, la muestra ensalza la figura de Clotilde como 'La fundadora del museo'. En 1920 Sorolla sufre una hemiplejia que le impide volver a pintar. Esta última sala mostrará la dedicación de Clotilde al cuidado de su marido y la repercusión que le causó la muerte de su marido en 1923. Fotografías, documentos y recortes de prensa cómo ella fue la artífice del legado al Estado de la casa y la obra de Sorolla y de la apertura del actual Museo Sorolla.
'Un álbum familiar'
La biznieta del artistas, Fabiola Almarza Lorente Sorolla, nieta de la hija pequeña de Sorolla, Elena, ha confesado que echa de menos estas piezas en el museo madrileño. "Verlos aquí siempre me mueve el corazón pero verdaderamente es una alegría que se puedan exponer", y en este caso, con una buena disposición e iluminación, ha destacado.
Para Fabiola, es "divertido" porque es "casi" como "un álbum familiar". "Siempre me emociona mucho cuando llego a un sitio así y veo a mi bisabuela o a mi abuela colgada en la pared" y "cuando llego a la casas de personas y veo un reproducción me hace mucha ilusión", ha asegurado.
No tuvo oportunidad de conocer al creador, "ya quisiera yo", comenta. "En el museo dicen que está por ahí el fantasma de Clotilde y yo quiero verlo a toda costa porque tengo cosas que preguntar".