El Thyssen se dinamiza con guías inteligentes
El Museo Thyssen-Bornemisza cuenta desde hoy con guías "inteligentes" (SmartGuide) para facilitar el recorrido de los visitantes por las salas de su Colección Permanente con explicaciones sonoras, vídeos sobre las obras y sus autores e información adicional relacionada, por ejemplo, con la técnica pictórica de cada cuadro.
Según explicó este viernes en la presentación de los dispositivos Evelio Acevedo, director gerente del museo, la guía multimedia es una nueva y completa herramienta destinada a dar mayor autonomía al visitante, quien podrá completar las ya tradicionales explicaciones en modo audio con vídeos, entrevistas o información de contexto de la obra y su autor.
Gracias a sus opciones multimedia, la SmartGuide incorpora la posibilidad de realizar la visita signoguiada a las personas sordas, que ya disponían de dispositivos con esta opción, pero que ahora se integra también en las smartGuides.
A este respecto, Ana Moreno, jefa del Área de Educación del Thyssen, indicó que el objetivo del museo es seguir avanzando en accesibilidad, por lo que trabaja ya en la incorporación de audiodescripciones para facilitar la visita a las personas con discapacidad visual grave.
Además, apuntaron Acevedo y Moreno, la guía es "inteligente", ya que permitirá al usuario publicar sus opiniones sobre las obras en las principales redes sociales sin tener que sacar para ello el móvil.
El dispositivo está pensado también para dar servicio a los visitantes del museo en sus tiempos de descanso, cuando podrán aprovechar para jugar al Trivial artístico o para hacer un puzzle.
El desarrollo técnico de la SmartGuide ha corrido a cargo de la empresa Sthendal, que sostiene que es más que una simple aplicación y que es casi única en el mundo, ya que solo hay "algo parecido" en el Louvre, aseguró durante la presentación su director general, Luis Parra.
El diseño de los contenidos de la guía es obra del Área de Educación del museo, que en una primera fase ofrecerá su disfrute de forma gratuita a los visitantes que estén dispuestos a evaluarla y que, posteriormente, alquilará el servicio al precio de seis euros (las audioguías tradicionales cuestan cuatro).
También en una segunda fase, los artífices del dispositivo aumentarán tanto el número de idiomas (ahora está únicamente en español) como el de obras con información, hasta hacerlo coincidir con el de las audioguías, que es de unos 200 cuadros.
