El BID crea una cátedra para honrar la promoción de la cultura latinoamericana
“La libertad que hay que dar a los pueblos es la de la cultura”. Con esa frase, de Miguel de Unamuno, presentó este martes el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno, la nueva cátedra cultural de esa institución, que cada año reconocerá a un gestor cultural de Latinoamérica o el Caribe cuyos esfuerzos hayan servido para introducir la cultura dentro del marco de las ayudas al desarrollo.
En su primera edición, la nueva cátedra de Cultura y Desarrollo del BID honra a alguien que además le ha prestado su nombre: el economista hispano-uruguayo Enrique V. Iglesias, quien entre 1988 y 2005 presidió el BID y que hoy ocupa la Secretaría General Iberoamericana. Iglesias fundó en 1992 el Centro Cultural del BID, que en este año ha organizado ya 50 eventos que han acumulado una audiencia de tres millones de personas. Iglesias es un pionero en la inclusión de la industria cultural en los proyectos de financiación multilateral para el desarrollo.
“Esta es una gran oportunidad para Latinoamérica, porque, la verdad sea dicha, en materia cultural no somos pobres. Al contrario. Si no, que lo diga la música. Que lo diga la literatura. Que lo digan las expresiones del artesanado. Hay 25 millones de artesanos hoy en Latinoamérica. Esto es una riqueza que nos complace espiritualmente y de alguna manera significa también un enorme potencial económico”, dijo Iglesias al aceptar la medalla honorífica de la cátedra.
Iglesias impulsó, en 2006, la creación de una Carta Cultural Iberoamericana, no vinculante, en la que los países de la Organización de Estados Iberoamericanos resolvieron, entre otros fines, “afirmar el valor central de la cultura como base indispensable para el desarrollo integral del ser humano y para la superación de la pobreza y de la desigualdad”.
Desde su fundación, el Centro Cultural del BID ha organizado más de 500 eventos en los diversos países que conforman el directorio del banco, y cuenta con una de las colecciones más ricas en arte latinoamericano y caribeño del mundo, parte de la cual se halla en exhibición en la sede del banco en Washington, a sólo unas escasas manzanas de la Casa Blanca.
“Somos el único organismo multilateral de crédito que tiene un centro cultural dedicado justamente a respaldar proyectos en zonas apartadas de nuestra región donde hay una enorme riqueza, y a tratar de difundir ese patrimonio cultural”, dijo el presidente Moreno en la presentación de la cátedra. “Nos ofrece una oportunidad excepcional de empleo y de innovación y dinamización de la pequeña y mediana empresa, y un camino hacia la sociedad del conocimiento”.
Iglesias añadió, finalmente, que las naciones iberoamericanas deberían tener como referente el mercado estadounidense, en el que las industrias culturales suponen una contribución a la economía mayor que la de los sectores aeroespacial o automotriz, y acumulan un 4% del empleo total del país.
“Desde 2012, esta cátedra se convierte en un evento anual que quiere honrar a los mejores o más destacados gestores culturales de América Latina y del Caribe, personas que no sólo se hayan distinguido en el mundo de las letras o las artes, sino que han ayudado a posicionar la cultura como un elemento estratégico del desarrollo”, explicó Iván Duque, director del Centro Cultural del BID.