Tras la subida del IVA, el teatro pierde un millón de espectadores y el cine se defiende
"Se están cumpliendo al detalle las peores previsiones". Es el resumen que hacen las industrias culturales de los efectos de la subida del IVA al 21% tres meses después de su entrada en vigor, el 1 de septiembre. De tal forma que las artes escénicas han perdido más de un millón de espectadores sólo en septiembre y octubre, respecto al pasado año, y el cine se ha defendido pero sólo por el éxito de estrenos como Lo imposible, advierten en el sector.
El pasado 1 de septiembre entró en vigor la subida del IVA aplicada a los productos culturales, a excepción del sector del libro, que se mantuvo en el gravamen superreducido del 4%, una medida contestada por diversos sectores de la cultura y el espectáculo, que advirtieron entonces al Gobierno de sus efectos.
Un mes antes de que comenzara a aplicarse, la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española presentó un estudio sobre las consecuencias a largo plazo (a uno y a tres años) del aumento en 13 puntos del IVA: 43 millones menos de espectadores, un 20% de empresas cerradas y 4.226 empleos directos perdidos.
Desde entonces, el comité ejecutivo de esta asociación mantiene reuniones mensuales para contrastar las estadísticas que se van conociendo de cine, artes escénicas y música y los datos son reveladores, asegura Jaume Colomer, de la Asociación de Representantes Técnicos del Espectáculo (ARTE), ya que "siguen al detalle" la evolución que preveía el estudio presentado en agosto.
Las artes escénicas y la música son las peores paradas, ya que han sufrido "de forma más contundente e inmediata" el incremento del impuesto, que se ha unido a la crisis. "Llueve sobre mojado", indica el representante de ARTE. En concreto, según los datos facilitados por las industrias culturales, entre septiembre y octubre (últimos datos de los que disponen), las artes escénicas han perdido 1.043.973 espectadores, lo que supone una caída del 35,04%. Además, la recaudación total sin IVA ha bajado en esos dos meses más de un 34% de media.
La música en vivo observa un comportamiento más variable y mientras en septiembre hubo una demanda muy baja, en octubre se equilibró, explica Colomer, quien asegura que pese a ser su público más fluctuante, la tendencia de descenso de espectadores es parecida a la del teatro. "Se cumple la peor de las previsiones", asegura en su Twitter el presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales (FAPAE), Pedro Pérez, que califica estos datos de "demoledores".
El cine se defiende por el momento, pero las industrias culturales no son optimistas en absoluto.
Desde la Federación de Empresarios de Cine de España (FECE) se advierte de lo coyuntural de estos datos, ya que la taquilla se ha beneficiado estos meses del éxito de estrenos como Lo imposible, que batió récords de recaudación, o Tadeo Jones. También la próxima llegada a las salas de El Hobbit aliviará los efectos de la subida del precio de las entradas.
Por eso, la industria del cine no ofrecerá un avance de datos sobre el número de espectadores hasta enero y esperará hasta seis meses después de la entrada en vigor del aumento del IVA para ofrecer cifras que marquen una tendencia real. Estas películas "distorsionan" los efectos de la subida del IVA y será a partir de enero cuando se noten efectivamente las consecuencias que ya están afectando a un segundo bloque de cintas europeas menos taquilleras, asegura la FECE, que está convencida de que "lo malo está por llegar".
Y es que además de estos aspectos coyunturales, la industria cultural teme que con el paso del tiempo la subida del precio de las entradas de los productos culturales haga cambiar los hábitos de los espectadores, factor que se contemplaba en las previsiones que hicieron a tres años.
La Unión de Asociaciones de la Industria Cultural mantiene una "negociación muy activa y discreta" con el Gobierno, conversaciones que "ni mucho menos están en punto muerto", explica Colomer, que sostiene que "aunque no hay milagros inmediatos, sí hay esperanza". Según Colomer "hay una parte del Gobierno que entiende el problema, porque una cosa son las previsiones que hicimos y otra son los datos que tenemos ahora. Y estos datos son contundentes".