El juez riñe a la 'autora' del grito de Tarzán por 'temeridad'
Ángeles Durán tiene 51 años y una curiosa herencia que dejará a sus cuatro hijos: un documento notarial que la convierte en propietaria del Sol, otro que le atribuye la autoría de la partitura más larga del mundo (24.000 millones de compases) y un tercero que el que ha registrado a su nombre el grito de Tarzán. Sus excentricidades no habían tenido hasta ahora ánimo de lucro, pero los beneficios que en su opinión genera a la SGAE el uso del grito del Rey de la Jungla le han llevado a presentar una demanda para cobrar el 10% de los ingresos generados.
El caso está ahora en manos del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Vigo y está fijada una audiencia previa para el 6 de febrero de 2013. Mientras tanto, ya se han dado algunos pasos judiciales. La denunciante ha reclamado al juzgado que adopte una serie de medidas cautelares para que se inmovilice el dinero que reclama (entre 100.000 y 200.000 euros) y, de esta forma, si gana el pleito, garantizarse el cobro de la indemnización. Sin embargo, el juez se lo ha desestimado.
El auto dictado por el magistrado el 3 de diciembre considera que la demanda interpuesta por esta gallega (natural de Vigo, pero residente en Salvaterra do Miño) "supone un abuso extrentoso del acceso a los tribunales, y al respecto que debe merecer la jurisdicción" y cree calificada su petición de "temeraria", hasta tal punto que esta "temeridad tendrá consecuencia en la imposición de costas".
El quid de la demanda está en establecer si el grito de Tarzán es o no un sonido musical. Ángeles Durán sostiene que sí, que ella cogió el sonido inicial del Rey de los Monos y lo musicalizó, generó a partir de él una partitura que permite que sea interpretado en guitarra, arma, piano o incluso para cantar a capela. La Sociedad General de Autores y Editores rebate este argumento porque "no se trata de una obra musical, sino de un grito, un registro de un grito humano natural, con o sin partitura".
El citado auto del juez de lo Mercantil se refiere a tal enfrentamiento dialéctico sobre si el grito es o no música y señala que para él es más importante si es o no autoría de la demandante. "Más allá de la mayor o menor musicalidad de la 'obra' escrita por la demandante para ser considerada obra musical, resulta altamente osado atribuirse la autoría del mismo, falta de autoría tan obvia que expresamente renuncio a explicaciones adicionales", indica.
Autora de una obra anterior a su nacimiento.
Un portavoz de la SGAE ha señalado a ELMUNDO.es que "hay una cosa que es básica y es que esta persona, que fue socia de la SGAE, quiere atribuirse la autoría de una obra anterior a su propio nacimiento", de tal forma que, a partir de ahí, ya todos los arguentos que utilice para defender su propiedad intelectual sobre el grito ya carecen de valía. "La Ley de Propiedad Intelectual asocia una obra a su creación original", recuerdan.
En relación con los supuestos beneficios que reportaría este grito de Tarzán a la SGAE, este portavoz asegura que "nunca hemos cobrado ni mucho menos repartido derechos de autor", por él. Explica que la demandante parte de la base errónea de que al Sociedad de Autores cobra por las descargas de politonos u otros productos con el sonido de este grito, cuando son las empresas que los distribuyen quienes reciben los beneficios por ellos.
Reconoce este portavoz que Ángeles Durán se hizo socia de la SGAE y registró una única obra, este grito, al que tituló 'La Llamada'. La Sociedad le permitió registrarlo porque su petición cumplía con lo requisitos administrativos, pero señala que esto no quiere decir que den por buena tal propiedad intelectual sobre el famoso sonido, sino que "cuando un socio de SGAE firma un contrato, los registros de obra dicen que el propio socio es responsable de la veracidad de la autoría de la misma". Esto es, ella misma aseguró que era autora, pero no la Sociedad.
Para desmontar la demanda de Ángeles Durán, desde la Sociedad han aportado a la causa un certificado de que el grito de Tarzán no genera derechos de autor y un informe técnico musical que señala que un grito humano no puede generar composición musical". Además, tienen la "confianza en que la justicia entenderá en que esto es una demanda carente de base y que no merece la pena seguir pleiteando o seguir adelante con un proceso judicial para un demanda de esta naturaleza".
Calcula 100 descargas diarias del grito.
Ángeles Durán también ha explicado su versión de los hechos a ELMUNDO.es y asegura que cuando registró el grito a su nombre en 2008 y ahora con esta demanda "no estoy diciendo que el grito no estuviese ahí, sino que nadie lo había pasado a notas musicales". "Yo no me he apropiado de él, ese grito esta ahí, pero ahora cuando suena tiene notas. No pueden decir que es un grito, que no es musicalidad", matiza.
Calcula la indemnización demandada en que "ellos cobran derechos en España y en otros países" y que del grito de Tarzán "se hacen en todo el mundo 100 descargas diarias por las que no se cobra nunca menos de 6 euros".
Esta gallega defiende su propiedad en que "yo lo llevé al Registro de la Propiedad y registrador hizo comprobaciones durante meses de que nadie lo había hecho. Yo aporté la partitura y un CD con la música" y recuerda a la SGAE que "ellos no son los legítimos dueños para comercializar nada, y soy la única que puede ser la legítima dueña, lo registré y pasé toda la documentación a la SGAE".
Les reprocha que la "engañaron" asegurándole que le pagarían primero en cuatro y seis meses y luego en un año por la descarga de politonos o por el uso del grito en televisión y lanza un ataque frontal a la propia entidad: "Son un grupo de gente que se dedican a aprovecharse de la labor de las personas, a la vista está la gente que está en la cárcel".
