Se vende arte efímero en la esfera virtual
Se abre el telón y aparece un hombre con una máscara, un músico a la batería y un enorme lienzo. Guiado por el ritmo de las baquetas, el hombre pinta con una pistola a presión de la que sale agua. Primero crea una cara mirando al frente. Es el presente. A su izquierda, surge otro rostro del chorro, mirando para abajo. El pasado. Y a la derecha, el que mira hacia arriba es el futuro. Más agua sobre la cara central la transforma en un planeta. Y con spray negro, surgen a un lado la ciudad de ayer y al otro la de mañana. Como colofón, pinta unas alas y se sitúa frente a ellas. Colgado de un arnés, asciende a los cielos de la sala. Mientras vuela, aparece otra persona con una gran impresora de la que sale una lámina con un borrón negro. Se cierra el telón. ¿De qué trata la obra?
La respuesta es que la obra, representada en el madrileño teatro Lara, en realidad no es tal. “Es pintura escénica en acción”, aclara su autor, el artista catalán Suso33. Valiéndose de los recursos teatrales, este investigador del grafiti iconográfico y el arte urbano crea experiencias efímeras (de ahí el uso del agua, que se evapora) en las que prima la voluntad del arte por el arte. Esta propuesta concreta, dice su creador, no lleva un mensaje explícito, “porque si no, sería como el teatro clásico, como una narrativa”. Trasfondo, con todo, hay: “Es una especie de diálogo sobre la situación social actual, en la que estamos en constantes cambios. La parte hecha con agua es más etérea, mientras que la de spray es más terrenal. Mi ascensión es como una reencarnación, para mostrar la idea de libertad, y de la impresora lo que sale soy yo”.
Concebida para ser parte de un instante a la fuga, la pieza, titulada Llega un nuevo mundo, permanecerá solamente en la memoria de quienes la presenciaron. Su documentación, en forma de fotografías, saldrá a la venta a través de Virtual Gallery, una nueva propuesta para complementar el panorama del mercado del arte, a la manera de otras similares como Picasso mío. Sin intermediarios, la plataforma online, para la que la acción de Suso33 sirvió de presentación, expone y vende tanto originales como reproducciones de obras de artistas contemporáneos, que incluyen, además de al grafitero, nombres como los de Joaquín García Gesto, Arturo Prins, Marisa Casado o Roberto Carrizo.
“Lo veo como una posibilidad, como la apertura de una nueva franja de mercado que por qué no tener el pie dentro”, opina César Delgado, otro de los creadores participantes, y representante de un estilo propio, el “informatismo”, herencia del informalismo realizado a base de ordenador. Diseñada como una serie de escaparates en tres dimensiones, la página de Virtual Gallery, ligada a las principales redes sociales, celebra inauguraciones todos los días. Con voluntad de democratizar el coleccionismo, sus precios son “accesibles”. Para hacerse una idea, las fotografías de Llega un nuevo mundo costarán entre 45 y 250 euros. Eso sí, si su autor, celoso de su obra, les da el visto bueno: “Venderé lo que me parezca”. Comprueben en la web.