El tercer centenario de la Academia condenado a la austeridad
Una gran exposición sobre la historia de la Real Academia Española (RAE) inaugurará el próximo septiembre la celebración del tercer centenario de la institución. La conmemoración, que acogerá la Biblioteca Nacional y que viajará por distintas ciudades españolas, terminará en octubre de 2014 con una nueva edición del Diccionario, previsiblemente la última en papel. Asimismo, se reeditará la Historia de la Real Academia Española, de Alonso Zamora Vicente, y habrá una nueva historia de esta institución, redactada por Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes y director honorario de la RAE.
La muestra revisará el pasado de la institución para transmitir el legado histórico de cara a esbozar su futuro, “cuya clave está en la sociedad digital”, apunta Darío Villanueva, secretario de la RAE. Por ello, la exposición contará con “una presencia muy llamativa de la irrupción de las nuevas tecnologías en el trabajo académico”, añade.
Entre las actividades programadas, se celebrará una jornada de puertas abiertas y uno o dos plenos abiertos al público fuera de Madrid, como el que se celebró el pasado mes de noviembre en Cádiz con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812. Se convocará, asimismo, un concurso nacional de redacción y cuentos, dedicado a promover la lectura entre los más jóvenes y se acercarán adaptaciones a la gran pantalla de obras firmadas por académicos.
Desde la Academia se subraya el deseo de que el tercer centenario no pase “sin pena ni gloria”, como sucedió con el segundo, en el que se hizo “alguna sesión extraordinaria” y se comenzó a publicar el Boletín de la Real Academia Española, que en 2014 cumple cien años. La celebración, sin embargo, no prevé “'unos fastos que resulten inaceptables”, según Villanueva, de forma consecuente con la situación económica, a pesar de que la financiación de la RAE proviene al 50% de recursos propios y el resto de las aportaciones del Estado, que para 2013 ha disminuido en un 37%.
“Será un centenario austero pero sin renunciar a hacerlo significativo”, anuncia Villanueva. El tricentenario, afirma, es una ocasión para “transmitir todavía más el legado histórico de la Academia” y para perfilar su futuro.
La conmemoración prestará atención al pasado, “a una oleada de impulso ilustrado en el siglo XVIII español y que dio lugar a la creación de otras instituciones como la Biblioteca Nacional pero no será puramente nostálgica”, comenta Villanueva.
Tras la creación de un diccionario de seis tomos terminado en 1739, luego vinieron los ejemplares sobre la Gramática, la Ortografía y ediciones de obras clásicas, como el famoso Quijote ilustrado de 1780. Tres siglos de servicio a la lengua española que deben afrontar ahora el gran reto de la entrada en escena de las nuevas tecnologías.