Identifican a la joven que Goya pintó debajo de Jovellanos
Una investigación realizada en la obra «El retrato de Jovellanos», de Francisco de Goya, ha identificado a la mujer oculta bajo su pintura: se trata de la esposa del infante Don Luis de Borbón, María Teresa de Vallabriga, y que fue realizado en 1784 por el pintor aragonés un año antes que el del político asturiano. Este descubrimiento ha sido dado a conocer hoy en una rueda de prensa en Oviedo en la que han participado la consejera de Cultura del Principado, Ana González, y la jefa del departamento de Conservación y Restauración del Museo de Bellas Artes de Asturias, Clara González Fanjul.
María Teresa de Vallabriga contrajo matrimonio a los 16 años con uno de los hermano del Rey Carlos III, el infante Luis Antonio de Borbón y Farnesio, en 1776. El infante, mecenas artístico, científico y cultural, fue una figura controvertida que acabó en el exilio, a unas leguas de la corte, donde desarrolló su amor al arte junto a maestros como Goya o Paret. El estudio ha sido realizado por técnicos del museo asturiano con la colaboración de expertos del Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) tras el descubrimiento de la figura subyacente en 2010.
El descubrimiento de la figura oculta fue posible al aplicarse sobre el cuadro, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Asturias, una técnica de radiografía y reflectografía. La consejera ha destacado el trabajo de investigación realizado que ha permitido desvelar «un misterio importante». Por su parte, Clara González Fanjul ha relatado que en estos tres años de investigación se ha intentado desvelar si de verdad fue Goya quien pintó el retrato de la mujer, fecharlo fielmente y, sobre todo, conocer la identidad de la persona oculta.
Photoshop.
«En aquella época la moda era carísima», ha recalcado Fanjul, que ha apuntado que el estudio confirmó que la mujer pertenecía a la nobleza y que utilizaba ropa que estaba en boga alrededor de 1784. Además de las ropas, los investigadores cotejaron la cara de la mujer oculta con la diversas nobles coetáneas hasta que llegaron a la conclusión de que María Teresa contaba con el mayor parecido, tras comprobar su semejanza en un cuadro perteneciente a la colección Pérez Simón, de México.
A partir de aquí se utilizaron diversas técnicas para contrastar la veracidad de sus apreciaciones que se ratificaron con un estudio realizado mediante «photoshop».Con esta técnica de edición fotográfica se fueron superponiendo imágenes de ambos retratos, como la de los ojos de ambos lienzos, que corroboraron la identidad de la mujer en ambas pinturas.
Por último, Fanjul ha destacado la mirada triste de esta mujer que pintó Goya cuando tenía 23 años, que tuvo una vida difícil con un destierro junto a su marido en un palacio de Arenas de San Pedro (Ávila) y la separación de sus hijos al fallecimiento de éste.