Várez Fisa tendrá una sala en el Prado tras donar 12 obras de los siglos XIII al XV
Es la primera vez que un donante merece tal reconocimiento. Mariano Rajoy presidirá el martes 29 el acto en el que se presentará esta iniciativa de mecenazgo.
Por primera vez, el Museo del Prado va a dedicar una de sus salas a un donante. La ocasión es excepcional, como lo es el coleccionista que va a realizar la donación: José Luis Várez Fisa. Según ha podido saber ABC de fuentes próximas al Prado, el próximo martes 29 de enero se organizará un acto para dar a conocer esta iniciativa con asistencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Será, por cierto, la primera vez que Rajoy pise el museo desde que llegó a la Moncloa, hace ya más de un año.
En esta ocasión, Várez Fisa ha donado al Prado una docena de obras de los siglos XIII al XV. Se trata de piezas clave para entender la época y que, en algunos casos, aportan obras muy importantes, de las que él se desprende y que pasan a engrosar las colecciones de la pinacoteca.
No es la primera vez que Várez Fisa -uno de los más reconocidos coleccionistas españoles de arte- regala parte de su colección a nuestro primer museo, ya que en 1970 y 1988 donó al Prado el «Retablo de san Cristóbal», anónimo español del siglo XIV; y «San Cristóbal», de Orazio Borgianni.
Reencuentro en Villaescusa.
Pero la estrella de la presente donación será indudablemente una tabla de Jaume Serra, la «Virgen de Tobed», que el autor debió pintar entre 1370 y 1397 para la iglesia de la pequeña localidad zaragozana. Se da la circunstancia de que, en el Museo del Prado, ya se encuentran las dos tablas que le acompañaban en el templo: «La Historia de San Juan Bautista» y «La Historia de la Magdalena».
La pieza resulta clave para entender una época y un estilo del que nuestra primera pinacoteca no poseía hasta ahora demasiados exponentes. Es una tabla de escuela catalana e influencia italo-gótica y en ella aparece como donante el Rey Enrique II de Trastámara, en la esquina inferior izquierda.
No es la única joya de esta donación. Estará acompañada por dos tablas más de Pedro Berruguete, uno de los grandes artistas sobre los que bascula la transición del Gótico al Renacimiento en España. Las tablas en cuestión están dedicadas, respectivamente, a «San Gregorio Magno y San Jerónimo» y a «San Ambrosio y San Agustín». Berruguete es uno de los pintores más avanzados y valiosos de su época.
Más joyas de su colección.
Otra de las piezas importantes es una escultura del gran artista gótico Gil de Siloé, una «Virgen entronizada con Niño». La pieza es bellísima, está esculpida en alabastro y tiene restos de policromía y dorado.
Además, también entrarán a formar parte de la colección del Prado un frontal anónimo castellano y un artesonado procedente de Valencia de Don Juan, construido hacia 1350.
La donación, que consta de otras seis obras según las mismas fuentes, será presentada el próximo martes, día 29 de enero, en un acto de especial relevancia que ya está organizando la pinacoteca. Será en la sala 49, dedicada a la pintura renacentista italiana, junto al retrato de «El cardenal» de Rafael Sanzio.
Instalación de autor.
La instalación de la sala en la que se mostrarán las obras donadas por Varez Fisa, correrá a cargo de Rafael Moneo, arquitecto vinculado al Museo del Prado sobre todo desde que construyó su ampliación. Se trata de la primera vez en la historia de nuestra primera pinacoteca que un donante ve dedicada una sala para mostrar reunida su donación.
Tal singularidad ocurre en un momento especialmente delicado para el mecenazgo en España. El Gobierno tiene pendiente sacar adelante una ley que debe mejorar la implicación de la sociedad civil en la vida cultural, una participación activa que se ha convertido en algo fundamental con la austeridad que se ha impuesto a los presupuestos públicos por causa de la crisis económica.
La relevancia del acto será subrayada por la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su primera visita al Prado desde que accedió al cargo, y la participación del Patronato del museo.
El reconocimiento específico que José Luis Várez Fisa obtendrá en esta ocasión, con una sala propia en el museo más importante de España, será sin duda una de las noticias del año.
El hombre sin rostro.
NATIVIDAD PULIDO
La relevancia de su colección es inversamente proporcional a su ego. Celoso de su intimidad hasta el extremo, no le gusta la fama, no concede entrevistas, no es fácil ver una foto suya en los medios. José Luis Várez Fisa (Barcelona, 1928) ha hecho de la discreción una bandera. Y eso que su nombre aparece habitualmente en las listas más prestigiosas de los coleccionistas más influyentes del mundo. En 2011, su esposa, María Milagros Benegas, recogía en su nombre el premio Arte y Mecenazgo al coleccionismo. El jurado resaltó entonces su dedicación a la recuperación del patrimonio español.
Y es que este apasionado coleccionista ha ido atesorando a lo largo de su vida una de las mejores y más exquisitas colecciones privadas de nuestro país. Destaca especialmente en cuatro ámbitos: pintura antigua (del Románico a Goya), platería de los siglos XV al XVII, cerámica hispano-árabe y arqueología. En 1999 el Estado español adquirió 183 piezas arqueológicas de su colección por 12 millones de euros. Su destino, el Museo Arqueológico Nacional.
Ingeniero y empresario, fundó en Guipúzcoa en los años 60 Laminaciones Lesaca, una empresa de derivados del acero que acabó vendiendo. Se trasladó a Madrid, donde funda Agepasa, una gestora de patrimonios y carteras, y el Banco Inversión. Fue vocal del Patronato del Prado en dos ocasiones: en 1980 y en 1986. Várez Fisa y su esposa fueron reconocidos con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2012.