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El arte de blanquear con arte

El arte de blanquear con arte

El arte de blanquear no es un sintagma antónimo a blanquear con arte. Lo que no quiere decir que Rosendo Naseiro, extesorero del PP, padre político del presunto gürteliano Luis Bárcenas, y presunto experto en bodegones españoles del siglo XVII, haya blanqueado nada.


Rosendo Naseiro, tesorero del PP desde 1987 a 1990, gallego sin estudios que llegó a vender obras por valor de 26 millones de euros al Museo del Prado en 2006, encarcelado durante cinco días del septiembre de 1990 por cohecho en operaciones inmobiliarias con las que financió al PP ilegalmente, y, finalmente, absuelto porque las escuchas policiales que probaban su culpabilidad se habían grabado en el transcurso de una operación contra el narcotráfico, era un gran experto en arte.


Su heredero político, Luis Bárcenas, el de los presuntos papeles de los pagos en negro a Mariano Rajoy, José María Aznar, Dolores de Cospedal y un largo etcétera de altos cargos del PP, es otro gran experto en arte. No en vano, justificó parte de los 22 millones de euros que le hallaron recientemente en una cuenta suiza como beneficios por inversiones inmobiliarias y transacciones artísticas.


Cuando la oposición tacha de inmorales las actuaciones de Naseiro o Bárcenas en la presunta financiación B del PP, no tiene en cuenta a Oscar Wilde: “La moralidad es siempre la salida de emergencia de aquellos que no poseen el mínimo sentido de la estética”. Los más que millonarios beneficios conseguidos por los dos extesoreros del PP gracias a su sentido de la estética, a su innato gusto pictórico, hacen pensar que quizá el Partido Popular hubiera hecho mejor nombrándolos ministros de Cultura.


Rosendo Naseiro vive retirado de toda actividad política desde hace 22 años y del comercio de arte desde la millonaria venta al Museo del Prado. A sus 78 años, reparte su existencia entre Alicante, Madrid y esporádicas visitas a Galicia, a su pueblo natal, Vilalba, cuna también del ya fallecido Manuel Fraga. Desde su imputación, excarcelación y retirada de la política solo una vez se ha visto obligado a exponerse a la luz pública. Fue en mayo del año pasado, cuando declaró ante el juez de la Gürtel, Antonio Pedreira, para ratificar que en 2002 Luis Bárcenas, precisamente, le había hecho un préstamo de 325.000 euros para adquirir, también precisamente, dos cuadros del pintor español de XVII Juan van der Hamen. La policía había percibido “características externas de riesgo de blanqueo por anomalía” en aquella operación. Finalmente, Naseiro no necesitó el dinero y se lo devolvió a Bárcenas. Compró las dos obras de arte, aunque durante su declaración ante el juez no pudo acreditar recibo de la compra. “En el mundo del arte es normal que no haya factura”, alegó.


La Ley 10/2010 de 28 de abril para prevención del blanqueo de capitales endureció el control que se aplica a las transacciones en arte, uno de los métodos de lavado de dinero más habitual, aunque por detrás del mercado inmobiliario. Entre otras cosas, obliga a conservar durante diez años esas facturas que Naseiro no mostró ante el juez. Aunque al gallego no le afectaba esa modificación: él había comprado los Van der Hamen cuando solo era obligatorio conservarlas durante seis años.


Fue la última vez en la que se vio en público al extesorero del PP. El hermetismo de Naseiro ha sido infranqueable. El Confidencial se puso esta semana en contacto con el británico Richard de Willermin, un profesional del arte cuya amistad con el coleccionista y tesorero gallego se remonta a los años 70, cuando le asesoraba en la compra de sus primeros cuadros.


-No sé nada y no quiero saber nada -zanjó el asunto.


El coleccionista sin estudios, que hizo su fortuna con una cadena de tintorerías y otra de transportes, dio ya hace años a sus amigos la consigna de que no se atendiera a los periodistas que preguntaran sobre él. Hoy vive retirado. Quizá algo inquieto por la suerte que pueda correr su antiguo amigo Luis Bárcenas. A quien, por supuesto, le une no solo la vocación de tesorero investigado por blanqueo, sino también un profundo e inquebrantable amor por el arte.

Compartir | Recomendar Noticia | Fuente: El Confidencial (Aníbal Malvar) | Fecha: 03/02/2013 | Ver todas las noticias



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