La Guardia Civil recupera más de 4.000 piezas arqueológicas del periodo celtíbero
La Guardia Civil ha recuperado más de 4.000 piezas arqueológicas pertenecientes a diversas culturas, especialmente del periodo celtíbero peninsular, en el marco de la Operación Helmet, en la provincia de Zaragoza. Ha sido detenida una persona, Ricardo G., que llevaba entre 15 y 25 años expoliando diversos yacimientos de la región. Se trata de un jubilado residente en la zona de Aranda de Moncayo (Zaragoza), que se aficionó a desvalijar yacimientos con ayuda de detectores de metales. Uno de los yacimientos que ha sido más afectado es el de la ciudad celtíbera de Arátikos, de cinco hectáreas de extensión, cuya declaración de bien de interés cultural va a ser solicitada por la alcaldesa, la socialista María del Rosario Cabrera Ruiz.
La mayoría del material recuperado son piezas que formaban parte del ajuar propio de los enterramientos de los guerreros (cerámicas, petos, espadas, fragmentos de cascos celtíberos, corazas, fíbulas, exvotos, joyas, etcétera.), según fuentes de la Guardia Civil. Estas recalcan que las pesquisas han sido muy difíciles porque han tenido que hacerse en zonas rurales, donde la presencia de los agentes era fácilmente detectable.
La operación se inició el pasado verano cuando la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, que ha dirigido la operación, tuvo conocimiento de que se iba a realizar una subasta en Alemania de unos cascos, celtíberos, de valor excepcional, ya que están completos, mientras que en los museos españoles solo se conservan unos pocos fragmentos. Estos cascos guerreros podían haber salido de España de forma ilegal. Fuentes de la investigación calculan que entre 13 y 18 cascos celtíberos han sido expoliados en el yacimiento de Arátikos y posteriormente vendidos en el extranjero.
En 2008, cuando se puso a la venta la enorme colección del magnate alemán de la construcción, Axel Guttmann, el museo Römisch-Germanisches-Zentralmuseum (RGZM) denunció que entre los objetos había piezas procedentes de España exportadas ilegalmente, entre ellas el conjunto de cascos, además de espadas, puñales y lanzas. La fiscalía de Múnich retuvo las piezas y solicitó al Gobierno español que reclamara su legítima propiedad en tres meses. No hubo respuesta. Después, en 2009 y 2010 se volvieron a subastar otros cascos, una venta que, de nuevo, denunció el RGZM, sin que tuviera ninguna consecuencia, por los que los cascos pasaron a manos de un museo francés y varios coleccionistas españoles. El pasado 25 de octubre Christie’s de Londres vendió un nuevo lote, formado por tres cascos más, que alcanzaron un precio final de 90.000 euros. Nadie lo impidió.
Tras las primeras investigaciones, agentes del SEPRONA y de la Unidad de Patrimonio Histórico de la Guardia Civil pudieron determinar que dichos cascos podrían haber sido expoliados en algún punto de la geografía aragonesa, aunque también existían referencias sobre otros yacimientos en Castilla y León. Una vez localizado el presunto autor del expolio, las fuerzas de seguridad registraron tres domicilios donde se recuperaron las piezas arqueológicas.
Fuentes de la investigación sospechan que el detenido podría haber saqueado no solo el yacimiento celtíbero de Aranda de Moncayo, sino el de Tiermes (que pertenece al término municipal soriano de Montejo de Tiermes) y las proximidades de Numancia (termino municipal de Garray). No solo se le han decomisado piezas celtíberas, sino romanas e incluso monedas de la República. El presunto desvalijador ha admitido que la mayor parte del material decomisado procede de Aranda de Moncayo.
El presunto expoliador vendía las piezas a través del mercado negro y la mayoría de ellas iban a parar a manos de un coleccionista alemán que contaba con un restaurador que trabajaba para él prácticamente en exclusiva. Este técnico está muy cualificado, como lo prueba que dejó "resplandeciente" un casco celtíbero que estaba en muy mal estado. Las pesquisas han llegado a la conclusión de que los cascos que fueron subastados en Alemania procedente de Arátikos.
La operación ha sido desarrollada por la Unidad del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) adscrita a la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo y la Unidad de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa (UCO). Ricardo G., que solía vivir de la recogida de trufa, es propietario de un piso en Illueca y de dos fincas en Aranda de Moncayo. Actualmente ya está en libertad, tras haber prestado declaración ante el juez que lleva el caso.
María del Rosario Cabrera, la alcaldesa de Aranda de Moncayo, recalca que el yacimiento saqueado carece de vigilancia, por lo que va a solicitar al Gobierno de Aragón que adopte las medidas necesarias para su protección. "En más de una ocasión hemos descubierto tumbas abiertas por las bravas, lo que supone la destrucción y pérdida de mucha información útil para los arqueólogos", ha declarado a EL PAÍS. Además, muchos vecinos suelen encontrar casualmente monedas u otras piezas celtíberas sin necesidad de cavar.