Madaen Saleh, la ciudad prohibida abre sus puertas
Arabia Saudí permite casi un siglo después el acceso de turistas a esta joya arquitectónica tallada en la roca.
Una ciudad tallada en la roca hace más de 4.000 años. Situada en mitad del desierto con impresionantes templos y mausoleos en su interior como si se tratase de un oasis de vida rodeado de la desolación de un océano de arena y cuyo acceso está prohibido por un libro sagrado.
Evidentemente no se trata de Petra, sino Madaen Saleh. Un enclave situado en la región de Hejaz (Arabia Saudí) que ha permanecido oculto durante el último siglo. Nadie podía acceder a ella por orden del Corán. Hasta ahora. Las autoridades de Arabia Saudí han logrado convencer a los líderes religiosos para que esta joya arquitectónica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2008, pueda ser visitada.
Madaen Saleh fue construida por la tribu de los tamudeos en el segundo milenio antes de Cristo. Según relata el Corán, Alá envió al profeta Saleh a la ciudad para que sus habitantes abandonasen sus cultos paganos y abrazasen la verdadera fe. Cuenta la leyenda que para demostrar su poder, Saleh convirtió una roca en una camella con la capacidad suficiente de producir leche para alimentar a toda la población.
Sin embargo, los tamudeos querían deshacerse de Saleh y continuar con sus ritos. Para ello planificaron destruir su creación y mataron a la camella. Ante tal desafío, la respuesta de Dios fue contundente y exterminó a toda la tribu de los tamudeos. Según recoge el Corán, nadie puede entrar en esa ciudad a menos que lo haga llorando y en ayunas por el triste destino de los tamuedos.
Un centenar de tumbas.
En realidad, la ciudad fue habitada posteriormente por asirios y nabateos. Estos últimos fueron quienes realizaron la mayor parte de las construcciones e inscripciones entre los siglos IV y I a. C. Y es que este pueblo era experto en estas edificaciones, como demostraron con la impresionante ciudad de Petra. Pero la riqueza de Madaen Saleh no se limita a la espectacular excavación en arenisca de una ciudad de 15 kilómetros cuadrados, sino que en su interior también se esconden innumerables tesoros arqueológicos. De hecho, ya se han contabilizado hasta 138 tumbas, algunas de importantes dignatarios de esta cultura.
Sin embargo, esta joya arquitectónica quedó oculta con la llegada al poder en Arabia Saudí de la dinastía Al Saud en 1932. Desde ese año la entrada a la ciudad se vetó siguiendo la rigurosa interpretación del relato descrito en el Corán. Por suerte, casi un siglo después, las autoridades saudíes han logrado convencer a dos importantes ulemas (autoridad religiosa del islam) de la región para abrir al turismo esta impresionante construcción. Las autoridades esperan revitalizar la zona con la llegada de visitantes.