El Museo Reina Sofía ya tiene su ley
El Consejo de Ministros aprueba los nuevos estatutos del centro para agilizar su gestión y abrirlo a nuevas fuentes de financiación.
El Consejo de Ministros ha aprobado, a iniciativa del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y a propuesta del ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, en su reunión mantenida hoy, un real decreto por el que se aprueba un nuevo estatuto para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
El estatuto permitirá una gestión más flexible y eficiente, a la vez que persigue potenciar su capacidad de autofinanciación. Su aplicación no supone incremento de gasto público.
Se refuerza también el Patronato, orientando su composición a una mayor participación de la sociedad civil y también a la captación de ingresos. En ese sentido, se espera alcanzar unos nuevos ingresos anuales y la incorporación de nuevos vocales en el Patronato.
El Real Decreto aprobado hoy por el Consejo de Ministros regula también el procedimiento para la selección del director, potenciándose la gestión profesional mediante un sistema de preselección que garantiza la publicidad y concurrencia, con el asesoramiento de un comité de expertos.
En el nuevo estatuto se recoge, asimismo, la regulación de los recursos económicos del museo, el régimen presupuestario aplicable y su control económico-financiero.
La aprobación de estos estatutos permitirá, como ya sucedió en el Museo del Prado, la posterior negociación de un Convenio Colectivo propio, orientado a la evaluación del desempeño profesional y a la homogeneización del régimen del personal del Museo.
La clave era el Guernica.
Con esta nueva ley el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) cobra su «mayoría de edad». Como el Museo del Prado, que ya fue dotado con su propia ley hace 10 años, el Reina Sofía afronta su futuro con la seguridad de que, incluso en un entorno de austeridad y recortes, puede buscar sus propias fuentes de financiación. Ya lo ha hecho, desde la llegada de Manuel Borja-Villel a la dirección, puesto que se ha abierto a Amérida, ha internacionalizado sus colecciones y ha logrado crear una fundación y un patronato dignos de una de nuestras grandes instituciones de cabecera.
Curiosamente, la imperiosa necesidad de dotar al MNCARS con esta ley y nueva dimensión surgió en un momento en el que vio comprometida su independencia y futuro ante el proyecto de la dirección del Museo del Prado de sacar el "Guernica" de Picasso de su emplazamiento actual y ponerlo en el campus del Prado en una reunión de cuadros bélicos que iba a denominarse "Museo de la Paz". Sin el "Guernica" el museo estaba obligado a una traumática mutación.
La idea no prosperó, pero sí la necesidad de poner al Reina Sofía a salvo de arbitrariedades frente a las que jugaba en inferioridad de condiciones, así como la mejora que suponía hablar de igual a igual con el Prado y otras instituciones, como la Biblioteca Nacional, que pronto tendrá su propia Ley, con el fin de dejarlas fueras de las polémicas políticas.