'Opulencia eduardiana', el arte y el lujo que inauguraron el siglo XX en el Reino Unido
Una gran exposición muestra con más de 170 objetos las artes visuales del periodo posterior a la era victoriana y anterior a la I Guerra Mundial. La época eduardiana fue una transición a la modernidad, dejaba atrás el exceso decimonónico y apostaba por la utilidad y la sencillez. Entre las piezas exhibidas hay pinturas de Sargent, joyas de Cartier, fotografías, artes aplicadas, muebles, trajes, esculturas...
La burguesía británica se interesaba cada vez más por reflejar su buena posición económica, la prosperidad de los negocios puestos en marcha en la Revolución industrial. La manera de vestir y los complementos ganaron importancia, la alta costura comenzaba a ser popular entre las damas de la burguesía, que permanecían atentas a las novedades llegadas de París. En la época eduardiana (1901-1910), llamada así por el rey Eduardo VII, hijo de la reina Victoria, creció el gusto por la moda y el objeto precioso como símbolo de distinción y modernidad.
El Yale Center for British Art, el museo de la universidad estadounidense de Yale (New Haven - Connecticut) que alberga la mayor colección de arte británico fuera del Reino Unido, expone hasta el 2 de junio Edwardian Opulence: British Art at the Dawn of the Twentieth Century (Opulencia eduardiana: Arte británico en los albores del siglo XX), una gran muestra sobre las artes visuales en un periodo eclipsado a menudo por estar situado en los años posteriores a la era victoriana y anteriores a la I Guerra Mundial.
Con una recopilación de cerca de 170 objetos que incluye pinturas, esculturas, dibujos, fotografías, muebles, joyería, trajes y artes decorativas, el museo exhibe creaciones de autores británicos e internacionales, entre ellos los pintores John Singer Sargent y William Nicholson, el joyero ruso Carl Fabergé y Cartier, la casa fundada por Louis-François Cartier, considerado por el rey Eduardo VII como "el joyero de los reyes y el rey de los joyeros".
"Esplendor imperial".
Visto como un resquicio victoriano que se resistía a dar paso a la modernidad y también como un momento de cambios tecnológicos y sociales que afectaron a todos los aspectos de la vida en el Reino Unido, el periodo que examina la exposición se presenta más complejo, una transición hacia la modernidad, de ricos testimonios artísticos, que dejaba atrás las formas abigarradas del siglo XIX y daba paso a la utilidad y la sencillez.
Las secciones de la muestra repasan el "esplendor imperial" británico con piezas suntuosas como un vestido de noche de Lady Curzon (virreina de la India), vaporosos retratos de Giovanni Boldini, fastuosos abanicos y la Tiara Manchester realizada por Cartier en 1903 en oro y plata con diamantes para la Duquesa viuda de Manchester.
Los atuendos de la nobleza para realizar deportes y actividades al aire libre, el ocio de la clase media, la iconografía caballeresca como recuerdo del poder del pasado y la evolución del feminismo quedan reflejados en un completo repaso por una época placentera pero significativa que terminó de manera brusca con el inicio de la primera guerra moderna.