La Guardia Civil recupera dos anclas de más de dos mil años y ánforas del siglo I
La Guardia Civil ha recuperado dos anclas de más de dos mil años de antigüedad y ánforas del siglo I y ha localizado un posible galeón, en una operación llevada a cabo las dos últimas semanas por 1.500 agentes de las unidades subacuáticas, fiscales y marítimas de las provincias de la costa española.
La recuperación de estos pecios se enmarca dentro de la primera fase de la denominada operación “Ánfora”, incluida en el Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico y destinada a evitar el expolio de yacimientos arqueológicos subacuáticos, ha informado hoy en una nota de prensa la Guardia Civil.
Durante la primera fase de la operación, se han desarrollado cerca de 300 inspecciones en clubes de buceo, zonas aledañas a puertos deportivos y embarcaciones de pesca, en Barcelona, Girona, Valencia, Alicante, Murcia, Almería, Málaga, Cádiz, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Ibiza, Mallorca, A Coruña, Asturias, Vizcaya, Ceuta y Melilla.
Junto con las dos anclas, las ánforas y la embarcación -que parece ser un galeón del que no se tenía conocimiento-, la Guardia Civil ha recuperado diversas piezas de cerámica cuya antigüedad está todavía por determinar, así como otros efectos arqueológicos que están siendo estudiados.
Estos hallazgos han supuesto la apertura de varias líneas de investigación, así como la imposición de posibles sanciones a clubes náuticos y de buceo que exponían este tipo de piezas sin la correspondiente autorización.
En la operación ha colaborado el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), donde la Guardia Civil ya entregó los restos del buque Nuestra Señora de las Mercedes y cuya ayuda para realizar consultas sobre la autenticidad de estos bienes culturales es de gran valor, según el instituto armado.
Con la puesta en marcha del Plan para la Defensa del Patrimonio Histórico, la Guardia Civil ha intensificado la vigilancia de los pecios y las inspecciones en todo el territorio nacional.
Una de las vertientes del plan se centra en evitar el expolio a pequeña escala, como los descubrimientos accidentales de pescadores que en su trabajo diario recuperan en sus redes objetos del fondo marino, normalmente fragmentos cerámicos de ánforas, útiles de navegación, anclas o cañones.
También se intenta controlar a los buceadores aficionados que se quedan los objetos que encuentran y a aquellos que se dedican específicamente a la búsqueda ilícita de restos arqueológicos para su posterior comercialización.
Según la Guardia Civil, este tipo de actividades causan daños irreparables en los yacimientos, ya que los objetos no son extraídos con metodología arqueológica, con la consiguiente pérdida de información histórica.