Pintar un dolmen puede costar más de 150.000 euros de multa a 3 chicos
Forman parte de uno de los conjuntos megalíticos más importantes de Europa y están declarados como Bien Cultural. Son los dólmenes de Valencia de Alcántara, una localidad en la que, además, estas construcciones funerarias del Neolítico y Calcolítico tienen un apabullante valor sentimental y turístico. «Son intocables», asevera su alcalde, Luis Cándido Moreno.
Sin embargo, tres jóvenes del pueblo no pensaron lo mismo el pasado 1 de noviembre cuando, spray en mano, se dedicaron a pintarrajear un dolmen con tinta azul. Los tres jóvenes están identificados y se exponen a una fortísima multa de más de 150.000 euros que incluso puede llegar a los 1,2 millones.
«Lo de las pintadas es una gamberrada que nunca había visto. Todos los valentinos saben lo que significan los dólmenes para el pueblo», recalca Moreno, quien no entiende lo sucedido. Lo cierto es que esos tres jóvenes decidieron divertirse el Día de Todos los Santos pintando palabras sueltas sobre el conocido como dolmen de Zafra III, situado al lado de una vetusta encina y en un terreno catalogado como zona arqueológica.
Perpetraron la pintada pero no se les pudo coger con las manos en la masa. No obstante, la Guardia Civil de Valencia de Alcántara pudo averiguar quienes eran. Hizo su atestado y ahora es el turno de la Junta. La Consejería de Cultura mantiene abierto un expediente sancionador que puede ser durísimo. El instructor, el arqueólogo Hipólito Collado, estima que el atentado graffitero contra el dolmen merece una sanción muy grave y propone «una multa entre una y cuatro veces superior al valor del daño causado» o que oscile entre 150.253,03 y 1.202.024,21 euros. «Está bien eso. Lo único que pido es que no se tenga que esperar a que se resuelva el expediente y se pueda cobrar la multa porque las pintadas siguen ahí», incide el alcalde.
La mayor parte de los expedientes sancionadores por daños contra el patrimonio arqueológico están relacionados con el uso indebido de los detectores de metales en yacimientos. Después aparecen denuncias de la Benemérita por daños arqueológicos, como pintadas sobre monumentos o destrucciones ocasionadas por actividades constructivas e industriales.
Una vez recibida la denuncia se abre el expediente sancionador por parte de la Dirección General de Patrimonio, que podrá concluir con una sanción administrativa cuya cuantía oscila en función del daño causado, según la Ley 30/92 de Procedimiento Administrativo, el Decreto del Procedimiento Sancionador de la Junta de Extremadura y la Ley 2/99 de Patrimonio Histórico de la comunidad extremeña.
Durante 2009, la Junta inició 24 expedientes sancionadoras por daños al patrimonio, aunque 5 de ellos los archivó por falta de pruebas. En lo que va de año ya ha abierto 11.