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Artistas dispuestos y talleres abiertos

Artistas dispuestos y talleres abiertos

A partir de hoy y hasta el domingo se celebra en Madrid la segunda edición de Open Studio, un proyecto que da luz al espacio creativo de los artistas.


El año pasado, primera edición de Open Studio, fueron 38 los estudios donde 79 artistas presentaron su trabajos de puertas adentro, en el terreno creativo por excelencias, el taller, apadrinados todos, de manera simbólica, por otro artista clásico, Darío Villalba. Absolutamente un atracón, en cinco días, de visitas a estudios. Este año, en su segunda edición, Open Studio sigue proponiendo un maratón del 22 al 26, aunque, aunque esta vez, trazando rutas. Gran acierto para una visita escalonada y evitar las aglomeraciones en algunos talleres. En total son 83 artistas, esta vez acompañados de nombres como los de Juan Ugalde, Los Carpinteros, Philipp Fröhlich, Enrique Radigales o Daniel Canogar, que se suman a la idea de dar visibilidad al espacio de batalla, el auténticamente importante, donde cuajan las ideas. Entre las novedades, está la creación del Premio a la Producción artística de la Fundación Banco de Santander que, en colaboración con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está dotado con 3.000 euros y una residencia de estudio en Madrid. Y dos espacios artísticos que abren su acceso a la trastienda, los almacenes: el Thyssen y el Centro de Arte de Alcobendas. Hasta allí ha trasladado su estudio Ruth Gómez, de quien vemos una exposición estos días, junto a su instalación en el espacio Frágil, en La tetería de la abuela, en Malasaña. Las posibilidades son muchas, aunque El Cultural traza su particular ruta.


JULIO ADÁN.

En la calle San Ildefonso 10, en una calle mucho más tranquila que sus paralelas Atocha y Santa Isabel, trabaja desde hace 5 años Julio Adán (Madrid, 1977). Llegó a este espacio por el boca a boca y al saber que Juan Galdeano alquilaba varios espacios colaterales a su casa, hoy también su taller. Justo al lado, trabaja otra artista, Maite Nogueiras, compañera de viaje, también, bajo el colectivo Nadamásmate, "el patio de recreo, donde damos rienda suelta a las cosas que no encajan", dice. Tras su paso por la Universidad Complutense de Madrid y por el Camberwell College of Art de Londres, donde consigue el BA Drawing Degree, su trabajo ha girado alrededor de la labor artística, sus métodos, soluciones y maneras. "Trabajo con los elementos del mundo del arte, con lo más cotidiano que está a mi alrededor, con lo que tengo más a mano, con todo lo que he estudiado, especialmente con la labor de creación del estudio. Es el proceso que más me emociona. Para mí, las exposiciones son lugares donde debe suceder algo y donde la participación del espectador es fundamental", explica.


Varios proyectos le tienen encerrado en el estudio trabajando, como Derechos de autor y Copista, donde invita a amigos artistas a ejercer esta práctica tan habitual en museos como el del Prado. Precisamente la obra Copia barata es lo que vemos esta semana en la Galería Raquel Ponce dentro del festival de vídeo VIVA OFF. Entre las ideas futuras, está aprovechar las ventanas del bajo en el que vive en la calle Dr. Fourquet, entre Fúcares y Esta es mi plaza, para proyectar un nuevo espacio expositivo. Más madera para una calle que esta semana estrenaba proyecto, Entreacto, de la UCM: exposiciones por un día de alumnos de la facultad en algunas de las galerías que hace que leamos la palabra oportunidad donde pone crisis.


CRISTINA GARRIDO.

En el barrio de Alonso Martínez, cerca de Estudio Beneficiencia, donde comparten taller algunos de sus compañeros de máster, trabaja Cristina Garrido (Madrid, 1986), uno de los nombres más destacados de la escena más joven madrileña. Allí llegó en 2006 y, aunque ha pasado dos años en Londres estudiando, allí sigue. Dice de su trabajo que consiste en encontrar tanto como en hacer. Ella observa, recoge, recopila y, a menudo, transforma "ese material posicionándome en el territorio del recolector, el arqueólogo o el comisario, buscando poner a prueba nociones de valor/inutilidad, autoría/autoridad y propiedad". Por encima de todo, busca maneras de poner en evidencia o recuperar la memoria ausente de aquello que nos rodea. Lo vimos el año pasado en la exposición Iceberg #1, en Matadero, y en Circuitos 2012; lo vemos ahora en la muestra Instantáneas, en LAB Murcia y, próximamente en la segunda entrega de Hacer en lo cotidiano, en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, y en Curator's Network y Re-invent yourself, estos dos últimos en Matadero Madrid. Precisamente a través de Curator's Network dice haber recibido bastantes visitas de críticos y comisarios. En este Open Studio veremos algunas de sus últimas pinturas así como el proyecto que tiene entre manos, This is art now vol. 1.


IGNACIO CHÁVARRI.

En el barrio de Oporto comparten estudio Ignacio Chávarri, Gabriel Fuentes, Jimena Kato Murakami y Sam Savage. En el primero de ellos nos detenemos, un artista que dice tener una especial curiosidad por las pequeñas historias. Ignacio Chávarri (Madrid, 1982) estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid y ha tenido residencias en países como Japón, Finlandia y Alemania. También fue uno de los artistas de Iceberg #1, en Matadero Madrid, donde presentó Piedras, por debajo del tiempo, una contraposición al proyecto Confeti, presente perfecto que aludía a un deseo de para el tiempo y hacer del instante algo infinito. Si antes congelaba ese confeti en el aire para siempre, ahora estas piedras se muestran partidas, resultado de una caída imposible de evitar. Le gusta pensar que su trabajo contiene la idea de cortocircuito, lo que puede suceder tanto en la representación de un paisaje, contando un chiste o hablando de geopolítica.


LARAMASCOTO.

Laramascoto son Santi Lara (Tomelloso, 1975) y Beatriz Coto (Gijón, 1977), ambos artistas licenciados en Bellas Artes por la Universidad de Granada y la Complutense de Madrid, respectivamente. Trabajan en la animación experimental y la instalación audiovisual, investigando las posibilidades plásticas de las nuevas tecnologías. Hace apenas unas semanas, veíamos uno de sus últimos proyectos en Ideas y presupuestos, en la galería Liebre de Madrid y, poco antes, en una individual en Gijón, en la galería Gema Lamazares. Son las consecuencias de dos premios ganados el año pasado, Premio Joven JUSTMAD, que en breve les recompensará con una exposición en Mustang Art Gallery, en Alicante, y premio Arte40, dos buenos mapeos del arte emergente en Madrid. En breve formarán parte del proyecto A Window in Berlín, lanzado por dos coleccionistas españoles afincados en la ciudad alemana y con ideas que van más allá del coleccionismo. Tienen el estudio en casa, por donde dicen no pasar muchas visitas. Se estrenan este año en Open Studio, un proyecto que valoran muy positivamente: "estamos muy ilusionados porque nos parece una idea muy buena para ponerte en contacto con gente que no conoces, coleccionistas, galeristas, críticos y porque da una visibilidad al público general estupenda para estrechar distancias con el trabajo que hace el artista".


IGNACIO NAVAS.

Trabaja en su casa, "con una precariedad en el buen sentido, que se acopla a mi propia práctica artística", dice Ignacio Navas (Tudela, 1989). Su estudio cuenta con una mesa donde conviven un ordenador, un escáner, un montón de libros de fotos, negativos y un corcho donde tienen colgadas muchas de las fotos que hace y reúne en grupos, cual caso policíaco abierto. Hace fotografías por intuición, tratando de profundizar en sentimientos y emociones que todos compartimos. Una contención emocional que mucho tiene que ver con este artista, todavía estudiante de último curso de Bellas Artes en la Complutense de Madrid, y que hace sólo unos días participaba en Café Dossier, el nuevo proyecto puesto en marcha por Tania Pardo gracias al apoyo del Ministerio de Cultural. También ella es la comisaria de su próxima exposición individual en la galería Raquel Ponce, que inaugura el próximo 6 de junio. El título, Yolanda, responde a una joven desconocida que encontró en una foto familiar y que le sostenía en brazos cuando era un bebé. La búsqueda por saber quién es, su tía Yolanda, y la reconstrucción de su vida se convierten en el hilo conductor de la exposición. "A mi tía Yolanda no la conocía, murió cuando era pequeño. Es una historia sobre el Sida, la heroína, las historias de juventud, la falta de expectativas, el aburrimiento máximo... El tema de fondo es ese espacio común entre las personas. Un proyecto que habla sobre la evasión".


IVÁN PÉREZ.

Hasta el estudio de Juan Ugalde en el Escorial, y como artista invitado junto a Tania Aparecida y Raúl González, visitamos a Iván Pérez (Tineo, Asturias, 1973), quien junto al propio Ugalde y Dionisio Cañas, componen el colectivo La Mancha Revolución. Un nombre que dice mucho del clima de intereses de este artista. Reconoce una belleza alegre en la falta de estilo, que los temas que tratan los artistas han sido siempre los mismos y que el arte es capaz de destapar las grandes preguntas que se esconden tras las explicaciones. La exploración de diferentes territorios entorno a los valores de una sociedad en crisis, sumergida en el sistema capitalista de mercado, en las nuevas redes de comunicación o los abusos de poder, llevan a este artista a obras que son una reflexión ácida y punzante sobre lo que puede ser un nuevo fracaso de los sistemas educativos basados en la competencia, el éxito y el fracaso. Conocidos son sus pupitres con mensajes grabados, que vimos, entre otros sitios, en la última edición de Doméstico en Madrid. Sus trabajos más recientes le han llevado a trabajar sobre la representación de la guerra en los museos.

Compartir | Recomendar Noticia | Fuente: El Cultural (BEA ESPEJO) | Fecha: 22/05/2013 | Ver todas las noticias



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