El arte español gana peso en el Metropolitan de Nueva York
El arte español ha ganado peso y espacio en las salas de maestros europeos del Metropolitan de Nueva York. Desde la pinacoteca aseguran que Goya es el maestro español que más interés despierta en los norteamericanos.
El museo Metropolitan de Nueva York reabrió ayer su galería de grandes maestros europeos, después de dos años de remodelación. El arte español ha sido recolocado en tres salas ordenadas cronológicamente donde Velázquez, El Greco y Goya ocupan posiciones privilegiadas.
Antes de esta nueva disposición, las no pocas obras de Velázquez, Goya, Ribera, Murillo o El Greco que el Metropolitan posee estaban desperdigada por distintas salas, atendiendo a distintos movimientos y temáticas. Pero a partir de hoy, este museo que abarca desde la Antigüedad Clásica hasta las vanguardias, tiene un hueco propio para el arte español.
Goya fascina a los norteamericanos.
El comisario de arte europeo del MET, Xavier F.Salomon expresa orgulloso que "por fin podemos contar la historia del arte español entre el siglo XVI hasta el XVII, desde El Greco a Goya, en tres salas consecutivas y ordenadas cronológicamente".
En concreto, el pintor aragonés Francisco de Goya dispone de una sala monográfica, con los retratos de Don Manuel Osorio Manrique de Zúñiga o la Condesa de Altamira con su hija Maria Agustina, realizados antes de convertirse en pintor de cámara de Carlos IV, así como con un autorretrato temprano y naturalezas muertas. La atención que levanta Goya en el Met es tal que Salomon viajará la semana que viene a España para intentar conseguir más cuadros para una posible exposición centrada en los retratos que realizó de la familia Altamira.
No en vano, la suya era hoy una de las salas más visitadas junto con las de Botticelli, Caravaggio, Rembrandt o Rubens, con las que el Met recupera "el que siempre ha sido uno de los núcleos de la colección", según Salomon. "Han sido dos años de ir cerrando salas, pero ha merecido la pena", añade, orgulloso de las 45 salas que ahora copan estos maestros de la historia del arte.
El retrato ecuestre del Conde Duque de Olivares, el de la infanta María Teresa, el rey Felipe VI o el de su asistente del pintor, Juan de Pareja, destacan en la sala donde Velázquez comparte paredes con pinturas religiosas de Murillo, como "La crucifixión", en la sala dedicada al arte español del siglo XVII.
Inmediatamente antes, El Greco, nacido en Grecia pero residente en Toledo, toma el protagonismo con sus angulosos rostros y vestiduras con "Vista de Toledo", "La visión de San Juan" o "Retrato de un cardenal", entre otros, que se exhiben junto a cuadros de José de Ribera como "La penitencia de San Pedro".
Hasta final de año, el museo neoyorquino, situado en la Quinta Avenida con vistas a Central Park, celebrará esta reestructuración con una serie charlas sobre, por ejemplo, el arte francés desde Delacroix a Courbet o distintos conciertos, como uno de barroco veneciano u otro de Johann Sebastian Bach.