«Caza virtual» a un adolescente chino que hizo una pintada en Luxor
El adolescente escribió, al parecer con una piedra, «Ding Jinhao estuvo aquí» sobre uno de los relieves del templo, foto que se ha difundido ampliamente en las redes chinas.
La publicación en las redes sociales chinas de una imagen con una pintada en mandarín en una de las paredes del célebre templo egipcio de Luxor ha causado la ira de los internautas del país asiático y desató una «caza y captura» virtual de su autor, un adolescente chino cuya familia ha tenido que pedir disculpas.
Según relatan hoy muchos medios de comunicación chinos, la pintada en Luxor, un templo con 3.500 años de historia, se ha difundido ampliamente en las redes chinas, con decenas de miles de «tuiteos», y culminó una «caza en la red» contra su autor, Ding Jinhao, de 15 años, especialmente en el pasado fin de semana.
El adolescente escribió, al parecer con una piedra, «Ding Jinhao estuvo aquí» sobre uno de los relieves del templo, durante un viaje a Egipto con sus padres, con los que vive en la ciudad oriental china de Nankín.
Los internautas chinos han mostrado su rabia por el comportamiento de Ding, alegando que da muy mala imagen a los turistas chinos -acusados con frecuencia, dentro y fuera del país, de poco educados-, y publicaron a modo de denuncia varios datos personales del adolescente.
Entre ellos la escuela en la que estudia, cuya web ha sido atacada por piratas informáticos, quienes colocaron en lugar de la portada un mensaje en el que se podía leer, una vez más, «Ding Jinhao estuvo aquí».
«Se pasó la noche del viernes llorando».
Las críticas a Ding han llevado a su familia a pedir perdón públicamente, en una entrevista a un diario local, por la gamberrada de su hijo, quien, aseguraron, hizo esa pintada hace años, cuando era un niño, aunque el hecho no se haya conocido hasta ahora.
Los progenitores aseguraron que su hijo ha quedado conmocionado por las críticas y la atención mediática, y «se pasó la noche del viernes llorando».
Las «cazas virtuales» de personas cuya conducta causa escándalos de lo más variado (desde maltratadores de animales hasta causantes de accidentes que se dan a la fuga o líderes corruptos locales) son un fenómeno muy habitual entre la comunidad internauta china, que con más de 500 millones de miembros es la mayor del mundo y una de las más activas.