Dolce y Gabbana, condenados a un año y ocho meses de prisión por evasión fiscal
Se trata de una sentencia de primera instancia y puede ser recurrida por los modistos italianos. Les acusan de haber trasladado el control de su empresa a Luxemburgo para evitar al fisco.
Los diseñadores de moda italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana han sido condenados este miércoles por un tribunal de Milán a una pena de un año y ocho meses de prisión por evasión de impuestos, calculada en 1.000 millones de euros, según aseguran los medios de comunicación italianos.
Se trata solo de una sentencia de primera instancia, y lo más probable es que haya apelación de la sentencia. El fiscal había solicitado a finales de mayo de dos años y seis meses de prisión para los modistos. Las dos estrellas de la moda de Milán están acusados de haber alojado el control de marcas del grupo en Luxemburgo, para escapar del fisco italiano.
El caso trataba la supuesta evasión fiscal que pudieron llevar a cabo mediante su firma Dolce & Gabbana, que creó una sociedad con sede en Luxemburgo bajo el nombre de Gado, que constaba como la propietaria de algunas de las marcas que forman parte del grupo, pero que en realidad se gestionaba desde Italia. Según la Fiscalía, que llevó a cabo la investigación entre el 2007 y octubre del 2010, las ganancias derivadas de la explotación de la marca tributaban en el extranjero y no en Italia, donde deberían haberse pagado los impuestos.
Una oficina en Luxemburgo.
Ambos estilistas son acusados además de haber cedido las marcas que forman parte de su imperio a la sociedad Gado por 360 millones de euros, un valor muy inferior al real según la acusación, que lo cifra en unos 700 millones de euros. "Gado era una construcción artificial y funcional destinada a conseguir la ventaja fiscal que se obtuvo (...) Tenía solo una pequeña oficina en Luxemburgo en un edificio y no había ninguna actividad en ella, porque la actividad verdadera estaba toda en Italia", afirmó el fiscal.
En abril del 2011 un juez decidió archivar la causa contra los modistos al considerar que no había lugar para su enjuiciamiento, pero la Fiscalía recurrió al Tribunal Supremo, que decidió en noviembre de ese mismo año que se procediera contra ellos por la evasión fiscal y no por el supuesto delito de estafa al Estado que también se había formulado en un principio.
El pasado 30 de marzo, la Comisión Tributaria de Milán ratificó ya la multa en primer grado impuesta en noviembre del 2011 de 343,4 millones de euros más intereses contra Dolce y Gabbana por la evasión fiscal, que se cuantifica en unos 416 millones de euros por cada modisto y otros 200 millones de euros por la sociedad Gado.