Un nuevo Ribera para el Prado
El museo muestra, tras su restauración, un San Jerónimo' atribuido recientemente al pintor.
Ya es oficialmente una obra de José de Ribera. El cuadro, que representa a San Jerónimo escribiendo y que acaba de ser restaurado, se expone por primera vez en el Museo del Prado tras ser atribuido al Españoleto. Depositado en la Casa-Museo Colón de Las Palmas de Gran Canaria desde 1940 y procedente de la colección de Isabel de Farnesio, se tenía por obra del valenciano Esteban March. Recientemente, Gianni Papi, especialista en pintura caravaggista, lo identificó y publicó como obra temprana de José de Ribera y desde septiembre del pasado año está depositado en el museo madrileño.
En cuanto a la atribución, parece que no hay duda. Se trata de una pintura del joven Ribera. Sus similitudes compositivas y estilísticas con varios cuadros realizados por ese pintor en torno a 1615, como alguno de los que integran la serie de Los Sentidos, son notables. Según Papi, con ellos comparte una precisión descriptiva y un uso muy tenebrista de la luz, que tiene su origen en una asimilación muy personal de los modelos de Caravaggio.
Dado el interés de la obra, se trasladó al Prado con objeto de proceder a su restauración y a su exposición dentro de las salas dedicadas al naturalismo y a Ribera. El cuadro llegó con muchos problemas debido a humedades y a un antiguo ataque de xilófagos, barnices oxidados y irregularidades de su superficie. Durante el proceso de restauración se han asentado y regularizado sus bordes, se han eliminado la polución y los barnices oxidados, se han reintegrado algunas faltas puntuales y se ha sometido el cuadro a una limpieza que ha dado como resultado la recuperación de numerosos planos espaciales y, con ella, de la corporeidad del santo.
Desde el punto de vista de la colección del Prado se trata de una incorporación importante, pues junto con La resurrección de Lázaro permite que el público se haga idea de la originalidad y el nivel de calidad que alcanzó el pintor durante sus primeros años en activo, una etapa muy singular de su carrera, y que hasta hace doce años no estaba representada en las salas del Prado. Recordemos que fueron precisamente estos años los que centraron la muestra El joven Ribera celebrada en el museo hace poco más de años.
En el mismo acto, aprovechado también para presentar la nueva iluminación led que alumbra ya las obras de El Bosco y Brueguel el Viejo y que pronto veremos en toda la colección, han destacado otras dos importantes restauraciones recientes: la de El triunfo de San Hermenegildo de Herrera el Mozo, y la de María Luisa de Parma con tontillo de Goya, todo ello gracias al apoyo de la Fundación Iberdrola. La siguiente será la intervención sobre El expolio del Greco, procedente de la Catedral de Toledo, tras un acuerdo firmado tanto con el Cabildo como con la Fundación El Greco 2014.