La obra de Miró extraviada en Palma aparece en una empresa de transportes
La desaparición del boceto ahora recuperado había provocado la dimisión de la directora de la Fundación Miró la pasada semana.
La obra de Joan Miró cuya desaparición fue anunciada la pasada semana por el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento de Palma, Fernando Gilet, se encontraba extraviada en una empresa de transportes de la capital del Archipiélago, Balears Art i Llar S.L., según adelanta hoy el diario local Última Hora. Dicha obra es una prueba para un grabado dibujada por ambas caras, realizada en 1975 y cuyo título «Maqueta Gaudí XVIII/XIX». Está previsto que a lo largo de hoy jueves el boceto regrese a las dependencias de la Fundación Pilar y Joan Miró de Palma.
Hace una semana, la directora de la entidad, Elvira Cámara, presentó su dimisión, después de haber estado buscando durante un año y medio la mencionada obra, que se encontraba desaparecida desde finales de 2011. El boceto había sido asegurado en 450.000 euros en la última muestra en que fue expuesto, entre julio y octubre de 2010 en San Sebastián.
Año y medio de búsqueda en la Fundación.
Cámara tomó posesión de su cargo el 2 de enero de 2012. Dos semanas después, fue informada a través de un correo electrónico de que a finales de 2011 se había descubierto que esta obra no se encontraba en el espacio que tenía destinado en los almacenes, a pesar de que constaba en el registro de entrada que un año antes había vuelto a la sede tras la citada exposición en el País Vasco.
A partir del momento en que la directora recibió dicho e-mail, empezó un proceso de búsqueda, tanto documental como topográfico, que se prolongó hasta el pasado 27 de agosto, fecha en que Cámara comunicó a Gilet el extravío. El concejal pidió un informe exhaustivo, que recibió el pasado 6 de septiembre, momento en el que informó de este suceso al alcalde, el popular Mateo Isern, y a la Policía, que inició una investigación.
El propietario de la empresa en donde ha aparecido finalmente la obra, Xim Quesada, explicó ayer al diario Última Hora que el boceto llegó a su local en una caja de madera y que lo tenía guardado en su oficina, pensando que podía ser de algún cliente y esperando que alguien le llamase para reclamarlo. Una vez que Quesada vio las informaciones publicadas en la prensa sobre su desaparición, se puso en contacto con el citado medio para explicarle que la obra se encontraba en su poder.